La logística será más digital y flexible tras el Covid-19

La situación creada por la pandemia y la respuesta dada por el sector logístico, permite vaticinar a los expertos que la cadena logística va a ser más digital y flexible en el futuro

La situación derivada de la pandemia ha generado un nuevo comportamiento en la cadena logística, para responder a un entorno diferente al existente antes del mes de marzo de este año, con una menor adquisición de productos en las tiendas físicas y un mayor crecimiento en las compras online. De hecho, los análisis realizados por los especialistas apuntan a que más de un 65% de la población residente en España ha comprado de esa forma, y que piensa seguir haciéndolo tras la pandemia.

Esa nueva situación genera que la logística vaya a apostar por una serie de nuevas fórmulas acondicionadas al nuevo entorno, a la llamada “nueva normalidad”. Se ha generado un nuevo contexto que tiene consecuencias en el propio desarrollo operativo de la cadena de valor.

La Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) ha elaborado un informe, Perspectivas para la logística en gran consumo en el nuevo entorno post Covid, que recoge las aportaciones realizadas por 74 empresas responsables del 80% del movimiento de mercancías en nuestro país.

Las empresas prevén que en los próximos meses se configure una logística de continuidad, y de proximidad, consolidándose la digitalización que ha sido uno de los pasos llevados a cabo durante el confinamiento producto de la pandemia de Covid-19. De acuerdo con esta nueva forma de trabajo, más del 70% de las empresas consultadas, consideran que se están produciendo una serie de oportunidades a la hora de construir una cadena logística más digital, ágil y flexible, con el fin de ganar eficacia en las operaciones, tanto de recogida, como de entrega.

El crecimiento del e-commerce es uno de los retos a los que ha tenido que hacer frente el sector logístico durante el confinamiento, y tal y como apunta el responsable de Retail Knowledge de AECOC, Pablo de la Rica, la situación provocada por la crisis del Covid-19 ha supuesto un antes y un después para el canal online del sector del Gran Consumo, y ha llevado al “e-commerce a cuotas previstas para dentro de cuatro años”, una situación que a su juicio va a ser “definitiva para el canal” y que se va a “mantener.

Los datos que se barajan en AECOC refuerzan esa previsión, ya que el sector espera consolidar entre un 35% y un 45% el crecimiento que se ha producido durante el estado de alarma. Gran parte de los consumidores que no habían usado las webs para hacer compras de productos, sobre todo alimentos, “han venido para quedarse”, según esta asociación, que considera que durante el confinamiento se ha producido “una revolución para el sector”, que hace que ahora el comercio online sea una obligación para todos los distribuidores.

Pero no todo es tan positivo. Pues el sector logístico está muy atomizado en España, y el efecto del Covid-19 también ha supuesto el cese de actividad de algunas empresas y la aplicación de ERTE en otras.

En el citado estudio se concluye, en referencia a esta circunstancia, que el 70% de los operadores creen que, en la configuración que a partir del verano está tomando el sector, el cese de actividad de pequeñas empresas y autónomos es una de las principales problemáticas con las que se van a enfrentar las compañías de transporte de mercancías por carretera en los próximos meses. Todo ello por la falta de liquidez y por la situación derivada de las medidas de las líneas de financiación impulsadas por la administración.

Otro problema generalizado, de acuerdo con el estudio de AECOC, es el aumento de los costes logísticos. La productividad de las operaciones sigue siendo uno de los grandes retos en la desescalada, lo que, según la mayoría de las empresas consultadas, va a llevar a un incremento de los costes logísticos, sobre todo en lo que se refiere al almacenaje y a la manipulación. Pero también se espera un aumento en los costes del transporte, especialmente en el grave problema con el que se enfrentan los transportistas por carretera, el de los retornos en vacío en larga distancia, y el aumento de las operaciones en la llamada última milla.