Covid-19 y cadena de suministro: ¿qué hemos aprendido hasta ahora?

La pandemia de la Covid-19 ha puesto de relieve cómo determinados sectores de la economía, como el logístico, son imprescindibles para el día a día de nuestra sociedad. En un momento en el que la mayoría de los ciudadanos hemos tenido que quedarnos en casa, se ha hecho más necesario que nunca garantizar el abastecimiento de superficies clave como los supermercados.

Compañías del sector de la distribución alimentaria, la electrónica o juguetes han visto como la demanda de muchos de sus productos ha aumentado de forma espectacular. Según datos de la patronal UNO, el negocio del ecommerce ha experimentado un aumento del 50% durante el confinamiento, siendo especialmente relevante el incremento en la venta de material deportivo (+200%), juguetería (+100%), y pequeñas reformas del hogar (+100%).

Sin embargo, numerosos negocios vinculados a la tienda física se han visto claramente perjudicados, y seguirán sufriendo las restricciones mientras seguimos la desescalada hacia una nueva realidad, que a buen seguro será distinta a hasta lo ahora conocido. Y es que, como en toda crisis que se tercie, siempre hay cambios que obligan al aprendizaje, ofreciendo a su vez oportunidades para adaptar los servicios a esta nueva realidad. La cadena de suministro, tan importante durante los últimos meses, no es una excepción.

En una situación de crisis, la primera norma de cualquier empresa es saber interpretar a tiempo los cambios que se producen. De este modo, se podrá adaptar la actividad a las nuevas necesidades que surjan. En España, XPO trabaja para una de las principales cadenas de distribución alimentaria del mundo. Todos recordamos todavía la histeria colectiva registrada en los supermercados durante los primeros días de confinamiento.

Durante los primeros diez días del estado de alarma, la demanda de alimentos aumentó un 70%. Ante tal situación de pánico generalizado de los consumidores españoles, las cadenas de suministro tuvimos que actuar rápidamente y hacer lo que mejor sabemos: agilizar la distribución de productos necesarios para evitar roturas de stock. Tuvimos que tomar decisiones relevantes muy rápidamente, aunque siempre priorizando y protegiendo la seguridad de nuestros empleados. Todos, desde los gerentes, los empleados de los 80 centros de trabajo de XPO en España, hasta Recursos Humanos y el equipo de IT, se han adaptado para encontrar soluciones rápidas y eficaces. Y esa reacción dio sus frutos. Según datos del Barómetro OSA, impulsado por Aecoc y Nielsen, el fuera de stock solo alcanzó el 7% en España durante el mes de marzo, frente al 12% en Italia y Bélgica, cerca del 18% en Francia y el 20% en Australia.

Las empresas minoristas necesitan abrirse al sistema del ecommerce cuando sea posible.

Una de las tendencias más interesantes que ha generado la crisis es el aumento del comercio electrónico en franjas de edad en cuyo consumo no era habitual. La pandemia ha servido para que las empresas, ya sean grandes o pequeñas, se den cuenta de que el ecommerce no es el futuro, sino el presente, y que ha llegado para quedarse. Las compañías lo deberán tener muy en cuenta si quieren garantizar la continuidad de sus negocios.

En España se ha producido un cambio demográfico en el perfil de los compradores online. Anteriormente, muchas personas eran escépticas ante la posibilidad de comprar productos por Internet, especialmente los mayores de 60 años. Ahora, en cambio, muchos se han dado cuenta de sus ventajas al no poder acudir a muchos comercios y adquirir los productos que desean.

Algunos pequeños comercios se han adaptado rápidamente al ecommerce para dar salida a aquellos productos que no habrían podido vender. Esta capacidad de adaptación de las pequeñas empresas sirve de claro ejemplo de que si se quiere se puede. Y que ésta es una oportunidad única para renovarse o morir. Aquellas empresas que solo se apoyan en su tienda física tendrán que dirigirse irremediablemente hacia el ecommerce como parte de su estrategia de negocio a corto plazo.

Operadores logísticos como XPO tenemos que estar preparados para ayudar a estas empresas que quieren sobrevivir y tener éxito durante todo su proceso de adaptación.

Para hacer frente al gran volumen de pedidos de ecommerce producido durante la pandemia, y también en previsión de lo que pueda llegar a suceder en los próximos meses, XPO ha reforzado su plantilla con más de 1.000 nuevos profesionales para gestionar adecuadamente estos picos de demanda, que alcanzan cifras de actividad similares a periodos como el Black Friday y la Navidad.

El reto de futuro para las cadenas de suministro es aplicar todo este aprendizaje lo antes posible. Creo que las recomendaciones de distanciamiento social se mantendrán en vigor durante algún tiempo. Estas quizás tendrán algún impacto en el diseño de los centros logísticos y en los procedimientos. Y, sin lugar a dudas, la automatización tendrá un papel preponderante en todas nuestras operaciones.

En general, la pandemia ha servido para que nos demos cuenta de que cada una de las empresas de la cadena de suministro tenemos que estar mejor conectadas, en tiempo real, comunicarnos en todo momento para conseguir la máxima compenetración posible en todas nuestras operaciones. Si no hubiera sido por la comunicación, colaboración y la rápida toma de decisiones, no habríamos conseguido satisfacer las demandas de nuestros clientes durante el período de confinamiento. Ahora, más que nunca, la flexibilidad, transparencia y credibilidad entre proveedores de la cadena de suministro es imprescindible.