Renfe prevé crear un negocio de
1.700 millones con su plataforma

El operador invertirá 47 millones en el desarrollo de una app de movilidad con la que impulsará el uso del transporte colectivo y atraerá 1,8 millones de viajes al tren en cinco años. Venderá productos de terceros, desde viajes en taxi hasta billetes de avión o barco.

El Plan Estratégico de Renfe pivota sobre tres pilares: Avlo, la internacionalización y la implantación de Renfe as a Service (RaaS). El coronavirus y la crisis han obligado al operador a guardar en un cajón el AVE de bajo coste, por lo que está concentrando sus esfuerzos en que la plataforma de movilidad RaaS sea una realidad en 29 ciudades españolas en dos años, y en reactivar la expansión internacional. RaaS es, así, la gran apuesta de Renfe para atraer más viajeros al tren, promover el uso del transporte público, generar nuevos ingresos con los que compensar la caída por la entrada de la competencia y la pandemia y convertirse en una especie de marketplace de movilidad que le permita gestionar cientos de millones de euros al año y llevarse una comisión. “Perseguimos que se viaje más en tren y si es en los nuestros, mejor, por lo que haremos todo lo posible. La competencia no es una mala noticia, es un acicate para mejorar”, asegura Manel Villalante, director de estrategia y desarrollo de Renfe. El operador invertirá 47 millones (IVA incluido) en desarrollar y escalar RaaS.

El objetivo es crear una plataforma de servicios de movilidad puerta a puerta con una amplia oferta de proveedores de servicios integrados y multimodales que permita a Renfe adaptarse a las necesidades de los clientes. “Es una plataforma abierta, inclusiva e integrada de la que podrán formar parte todos los operadores. Estamos hablando con todo el mundo y tejiendo las complicidades que permitan escalar el servicio de puerta a puerta. Es un win-win, es bueno para todos y no es incompatible con que tengan su propia plataforma. El objetivo es ofrecer lo más cómodo y simple”, señala Villalante. En este punto, el alto directivo no sólo abre la puerta de RaaS al taxi, el metro, el patinete, el autobús, el carsharing, las bicis o las VTC (Uber o Cabify), si no que también aspira a incluir los servicios de su futura competencia y la venta de billetes de avión, vía alianza con aerolíneas o agencias de viaje, de ferry y hasta de cruceros. En esta línea, el plan contempla incluir alojamientos, por lo que también negociará con plataformas como Airbnb o Booking. “No es un sistema para Renfe, que será un cliente más. Está abierto a todos los operadores vinculados al viaje. Si la competencia, Rielsfera (SNCF) e Ilsa quieren, pueden entrar”, asegura el directivo.

“En una primera fase se va a dar prioridad al transporte terrestre y a los viajes multimodales, pero el objetivo es que el usuario pueda contratar un viaje de Madrid a Baleares en AVE y barco pasando por Valencia, o que pueda comprar un billete de avión. Es más fácil escalar con los vuelos domésticos ya que a nivel internacional necesitaríamos acuerdos en el país de destino para garantizar el servicio puerta a puerta. El objetivo es que la app resuelva el viaje, sea cual sea”, explica Villalante.

Uno de los pilares de esta plataforma de movilidad integrada es que permitirá adquirir los títulos de transporte y comprar cualquier servicio de se encuentre a la venta (billetes de avión, de barco, habitaciones de hotel, carsharing...), lo que implica que RaaS gestionará las venta y repartirá los ingresos entre los proveedores. “RaaS permitirá al usuario planificar, contratar, pagar y hasta modificar el viaje... Todas empresas que estén presentes mantendrán su imagen de marca y luego la plataforma distribuye el dinero”, asegura el directivo que, a su vez, reconoce que es un “proyecto muy ambicioso” que necesitará cinco años de trabajo (ya llevan dos).

Puesto que RaaS busca ser un marketplace de comercialización de servicios de movilidad y planificación de rutas, incluyendo hoteles, las fuentes de ingreso del proyecto son de dos tipos: la venta de servicios multimodales y ancillaries y la generación de nueva demanda para Renfe. El operador que preside Isaías Táboas prevé que la facturación acumulada del primero (venta de servicios de terceros) en los primeros cinco años oscile entre los 500 y los 1.700 millones en función de la penetración de la plataforma y los operadores que se sumen. Gestionar estas ventas supondrá para Renfe unos ingresos netos estimados de entre lo 22,5 y los 74,3 millones de euros. Por su parte, la nueva demanda generada (prevé atraer un mínimo de 650.000 nuevos clientes y 1,8 millones viajes) se traducirá en una facturación de entre 67 y 82,5 millones en cinco años, lo que supone unos ingresos netos de entre 24 y 30 millones. Esta nueva demanda corresponde a la venta de billetes combinados con multimodalidades o derivados de nuevos clientes que no hubiesen vendido sin la existencia de RaaS. En total, la introducción de la plataforma incrementará los ingresos netos de Renfe entre los 46,5 y los 104 millones en el acumulado de los próximos 5 años”, explica la compañía.

El operador ferroviario lanzó la semana pasada la licitación para conseguir un socio tecnológico y experto en márketing que le ayude a desarrollar la plataforma, ponerla en funcionamiento, comercializarla y escalarla a nivel nacional e internacionales. Renfe destinará hasta 39,4 millones en el proyecto (cifra sin IVA), de los que 21 son fijos para tecnología y 18 variables en función de los acuerdos que se consigan y las ciudades a las que se llegue. El objetivo es que la plataforma esté operativa en 19 ciudades a finales del año 2021 y que llegue a 29 ciudades españolas en 2022 con todos los servicios operativos. A partir de ahí se seguirán integrando operadores y ofertas y se buscará dar el salto internacional. Entre los socios que buscan se encuentran las telecos, los bancos y plataformas de pago como PayPal que permitan realizar el cobro de los servicios a través de RaaS.

El objetivo es que la tecnología sea lo más abierta posible para dar a entrada a todo el mundo. También debe tener la capacidad de aprender las preferencias del pasajero y ofrecerle directactamente una propuesta adaptada. RaaS se basa en tres variables: tiempo, coste económico e impacto en emisiones de CO2. En la prueba piloto, el operador se ha dado cuenta de que muchas veces la opción más barata no es la más sostenible ni rápida por lo que el itinerario se realizará en base a las preferencias del viajero, aunque en cada caso se tratará de priorizar la sostenibilidad en el viaje. “El ciudadano es el que debe escoger en función de la oferta y el trayecto”, señala Villalante. Renfe ya ha realizado una prueba piloto con Cabify, la EMT y Metro, Carhoo, Saba y el AVE en el corredor entre Madrid y Barcelona de 500 días que ha sido un éxito y ha servido para conocer al cliente y las oportunidades de comercialización. No se amplió el periodo de prueba, que se hizo con sistema basado en códigos QR, por el Covid.