Volveremos a volar, volveremos a viajar (con permiso de Sánchez)

Circula por Internet un vídeo en el que al ritmo de Nel blu dipinto di blu (Volaré para los amigos) tripulantes de cabina de distintas aerolíneas españolas se mandan un mensaje de esperanza: “Este es un vídeo muy especial para toda la gente que vivimos en el aire y que durante unos días tenemos que estar en tierra. Muy pronto volveremos a volar” ... Ni confirmo ni desmiento que en estos días de aislamiento ese vídeo me haya hecho llorar. El optimismo con el que la gente mira al futuro, al día después de la emergencia sanitaria, debería ser más que suficiente para superar esta crisis, que ha dejado a los aviones en tierra, a los trenes en las cocheras y a los autobuses aparcados.

Cada día, la secretaria general de Transportes, María José Rallo, da el parte de guerra de la movilidad: 1.000 usuarios de AVE de media al día, un 93% menos de operaciones aéreas y una ocupación de 2-3% en el transporte de viajeros por carretera interurbano. En el contexto de la emergencia sanitaria, los datos son una buena noticia porque reflejan que la gente no se mueve. La población hace su parte para frenar los contagios mientras otros luchan en los hospitales o montan en tiempo récord un corredor sanitario aéreo para aprovechar su experiencia en China (Iberia) y, junto con otras firmas, traer material sanitario. Pese a ser positivos, en realidad son datos terribles. La cara b son empresas con problemas para pagar a sus trabajadores, abonar los impuestos y las cuotas de la Seguridad Social, cumplir con las mensualidades de los leasing, etc. Los datos esconden un sector con verdaderos problemas para volver a operar y fuertes tensiones de liquidez ya que solo gastan. Volveremos a volar, volveremos a viajar, pero para ello es necesario el respaldo del Gobierno. El Ejecutivo lleva semanas anunciado ayudas y mascarillas para los repartidores y transportistas. Ayudas que no llegan y que no deberán ser coyunturales. El sector necesita reducir gastos y mantener la liquidez. Esa debería ser una de las prioridades para el transporte.