Seguros imprescindibles para los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad

Los policías y los guardias civiles se ven involucrados con frecuencia en escenarios de peligro, que pueden poner en riesgo su integridad física e, incluso, su vida: atracos, peleas, accidentes y numerosas situaciones más. ¿De qué seguros deben disponer las fuerzas y cuerpos de seguridad?

Continuamos con nuestra serie de seguros para profesionales enfocándonos hoy en dos profesiones de riesgo que desempeñan muchas personas en España, las pertenecientes a los cuerpos y fuerzas de seguridad. Nos referimos a los policías y a los guardias civiles.

Está claro que su labor no es otra cualquiera, pues se exponen con frecuencia a situaciones de peligro y, por tanto, de alto riesgo para su integridad física, jugándose el ser heridos, lesionarse, sufrir un accidente o en el peor de los casos, incluso, su propia vida. Las situaciones de peligro que el ciudadano de a pie puede vivir de manera excepcional son para ellos relativamente frecuentes: atracos, incendios, accidentes de tráfico, peleas y delitos de toda clase.

Ante esta realidad lo lógico es estar protegidos por un seguro de vida, generalmente a modo de seguro colectivo estandarizado como el de cualquier empresa. Eso sí, dado el alto riesgo que supone el desempeño de este tipo de profesiones, con un coste bastante más elevado que respecto a personas que realicen otra labor.

Los policías y guardias civiles suelen estar cubiertos por pólizas estandarizadas, que brindan una cobertura básica a todos ellos por igual. ¿Con qué garantías? La principal es, lógicamente, la de fallecimiento, mediante la cual la compañía de seguros garantiza una indemnización a los beneficiarios por esta causa, bien por culpa de un accidente o de una enfermedad; pero también suele ser habitual que se cubra la invalidez total o parcial por accidente.

Pero al igual que se juegan la vida, no hay que olvidar que tanto un colectivo como el otro van armados y pueden a su vez generar diferentes daños materiales y humanos. Debe asegurarse que su actuación resulte proporcionada a lo que cada situación requiera y no ejerzan de una manera indebida sus funciones. Y a su vez el ciudadano debe estar amparado en caso de que eso no sea así.

Por eso también cobra todo el sentido la contratación de un seguro de responsabilidad civil colectivo, que ambas profesiones llevan reclamando al Estado desde hace largo tiempo. Algo que parece estar cerca después de que en el año pasado el Tribunal Supremo instara a la Administración general a la elaboración de un seguro de RC que cubra tanto a los guardias civiles como a los policías nacionales, y que les sirva para hacer frente a indemnizaciones y fianzas que sean consecuencia de posibles errores cometidos al ejercer su función.