Qué hacer si su aseguradora privada no cubre la cirugía de cataratas

Una de las intervenciones oftalmológicas más habituales es la de cataratas. Se trata de una intervención sencilla que cubren tanto la seguridad social como el seguro de salud, aunque no incluyen las últimas técnicas y lentes intraoculares.

La catarata es la opacificación total o parcial del cristalino, una de las dos lentes naturales que tenemos en el ojo, lo que disminuye progresivamente la visión. Las cataratas normalmente se asocian a la edad, aunque los oftalmólogos explican que también pueden ser congénitas o producirse por traumatismos o enfermedades como la diabetes. Se estima que la mitad de la población entre 65 y 75 años padece esta patología. Por encima de los 75 años, tres de cada cuatro personas.

Hoy en día corregirlas es posible gracias a la tecnología que resuelve el problema en unos minutos, en uno de los procedimientos quirúrgicos oculares más frecuentes y seguros en la actualidad en nuestro país. Sus síntomas más frecuentes son la visión borrosa, sensación de neblina (como mirar a través de un cristal empañado); mayor dificultad para ver de noche, sensibilidad a la luz y al resplandor. También la necesidad de luz más brillante para leer y realizar otras actividades. También, la visión de halos alrededor de las luces; cambios frecuentes en la prescripción de sus gafas o lentes de contacto. La pérdida de colores o color amarillento y la visión doble en un solo ojo son también síntomas de que estamos sufriendo cataratas.

Tratamiento

El único tratamiento posible para las cataratas es la cirugía. Sin embargo, es una intervención ambulatoria -no requiere hospitalización- bastante sencilla, corta e indolora. Se trata de sustituir el cristalino del ojo (lente natural) por una lente intraocular artificial.

Laureano Álvarez-Rementería Capelo, director médico de la Clínica Rementería, explica el proceso de una operación de cataratas mediante la técnica de facoemulsificación: la disolución del cristalino natural mediante ultrasonidos. A continuación, se aspira. De esta forma, el ojo queda preparado para el siguiente paso: la implantación de la lente artificial.

Tras la operación, el paciente puede hacer vida normal, evitando situaciones de riesgo como golpes o movimientos bruscos. Si sintiera molestias o algo de dolor en el ojo puede tomarse un analgésico, aunque lo normal es no necesitar nada. Debe seguir las instrucciones de limpieza de parpados y de aplicación de gotas para evitar problemas postoperatorios.

No obstante, “antes de decidir el mejor tratamiento quirúrgico para la catarata, es necesario un examen preoperatorio profundo y detallado para diagnosticar el tipo de catarata y el grado de madurez de esta”, subraya Álvarez-Rementería.

Cuál es la mejor lente intraocular

Depende de las expectativas del paciente, de su estilo de vida y sus carencias visuales. La lente monofocal es la más común a la hora de sustituir el cristalino dañado. Corrige la catarata y, a la vez, la visión lejana. La lente intraocular multifocal sustitutiva soluciona otros problemas visuales como la miopía, la hipermetropía, la presbicia o el astigmatismo.

Cirugía con láser de femtosegundo

Es la técnica más avanzada. Ofrece mejores resultados refractivos y la recuperación es más rápida. Además, permite una intervención más segura y precisa, pues en vez de bisturí se emplea el láser para realizar las incisiones necesarias en la córnea.

En España, las cataratas se pueden operar en centros de la Seguridad Social. No así las lentes multifocales, pues tienen un elevado coste y una finalidad refractiva. La sanidad pública española corrige las cataratas mediante la implantación de lentes monofocales. La intervención es igualmente segura y rápida. El único inconveniente son las listas de espera, cada vez más largas, debido al envejecimiento de la población. El tratamiento quirúrgico de la catarata en la Seguridad Social está regulado por los criterios de necesidad médica. Por eso, la operación se realizará cuando la patología afecte en gran medida a la calidad de vida del paciente y limite su capacidad para realizar sus actividades cotidianas.

Coberturas oftalmológicas del seguro de salud

Las aseguradoras de salud cubren diversos servicios oftalmológicos: prevención, tratamientos especializados e intervenciones quirúrgicas. Las compañías de seguros incluyen en sus pólizas la cobertura de oftalmología para prevenir algunos problemas oculares y para cubrir algunos gastos habituales como las lentillas o las gafas de una persona con miopía o hipermetropía. Sin embargo, no se incluyen en las pólizas todas las patologías del ojo. La mayoría de las compañías ofrecen condiciones similares, aunque difieren en ciertos rasgos.

Con respecto a la operación de cataratas, casi todas (por ejemplo Sanitas) incluyen la operación mediante la técnica de facoemulsificación y las lentes monofocales. Se excluyen las lentes bifocales y trifocales sin excepción.

DKV, a través del Club Salud y Bienestar, ofrece a sus asegurados una serie de descuentos y tarifas especiales. El Grupo Asisa incorpora en su seguro de salud unidades de oftalmología que facilitan técnicas innovadoras como la operación de ojos con láser para el tratamiento de la miopía, hipermetropía y/o astigmatismo. Incluye una unidad especial de cataratas que opera mediante láser de femtosegundo. Se trata de un servicio adicional. No forma parte de las coberturas de sus pólizas de salud.