‘Foodtech’: la alimentación del futuro

La tecnología nos permitirá imprimir nuestros propios alimentos, crear nuevos sabores y texturas, y llenar de nutrientes lo que nos llevamos a la boca. En España cerca de 400 empresas aúnan la tecnología a la industria alimentaria y ya están creando la alimentación del futuro.

La industria alimentaria es uno de los sectores más dinámicos e innovadores del mundo. La tecnología juega un papel clave para responder a las demandas de los consumidores, mejorar la calidad y seguridad de los alimentos, optimizar los procesos productivos y reducir el impacto ambiental.

Internet de las cosas, IA y ‘big data’

Estas tres armas tecnológicas van a cambiar de manera radical la manera de fabricar, transportar y consumir alimentos. De hecho, llevan tiempo aplicándose con éxito en el sector. Gracias a la conexión de dispositivos, sensores y sistemas informáticos, se puede recopilar y analizar una gran cantidad de datos que permiten mejorar la eficiencia, la flexibilidad y la toma de decisiones en toda la cadena de valor alimentaria. Entre las aplicaciones tecnológicas más relevantes destacan la monitorización en tiempo real de las condiciones de los alimentos: temperatura, humedad o presencia de microorganismos. De esta forma se garantiza su calidad y seguridad.

También la trazabilidad de los productos desde el origen hasta el destino, para facilitar el control y la gestión de los inventarios y la información al consumidor. La personalización de los alimentos según las preferencias y necesidades de cada cliente. El uso de algoritmos sirve para recomendar productos o servicios adaptados a gustos, hábitos o estado de salud.

Así como la optimización de los procesos productivos mediante el uso de robots, drones o impresoras 3D. Así se automatizan tareas como la recolección, el transporte, el envasado o la elaboración de alimentos.

La impresión 3D es una de las tecnologías más disruptivas en la industria foodtech (el término foodtech engloba a las empresas que aplican la tecnología para innovar en el sector agroalimentario). Imaginen imprimir sus propios alimentos y comidas en casa; crear sus propias texturas, sabores, aromas, etc. Aunque se trata de un modelo aún en fase de desarrollo, el llamado food-as-a-service va a transformar por completo la alimentación a base de algoritmos de diseño de proteínas y productos en general. También la alimentación animal: creación de pastos, forraje y piensos en granjas verticales automatizadas.

Microencapsulación y nanoencapsulación

Mediante ambas tecnologías -introducción de sustancias bioactivas en pequeñas partículas que las protegen y las liberan de forma controlada- se pueden diseñar ingredientes funcionales y aditivos naturales para mejorar las características nutricionales. Por ejemplo, la microencapsulación de probióticos, vitaminas o antioxidantes puede ser muy útil para mejorar la salud intestinal, el sistema inmunológico o el envejecimiento celular. Al igual que la nanoencapsulación de aceites esenciales, extractos vegetales o bacteriófagos para prevenir o combatir infecciones microbianas.

Imagen química

Consiste en obtener imágenes digitales de la composición química y estructural de los alimentos. Para ello, se utilizan diferentes técnicas espectroscópicas que emiten o detectan radiaciones electromagnéticas en diferentes rangos del espectro visible o invisible.

Algunos beneficios de esta tecnología son la obtención de información no destructiva y no invasiva sobre los alimentos, sin necesidad de tomar muestras ni realizar análisis químicos complejos. Y la evaluación rápida y precisa de parámetros como la madurez, el contenido en agua, azúcar o grasa, la presencia de contaminantes o adulterantes o la identificación de especies animales

El sector ‘foodtech’ español

España es el quinto país de Europa con mayor inversión en foodtech. Hoy en día se perfila como uno de los ecosistemas más dinámicos y atractivos para los inversores, los emprendedores y la industria. Según el informe El estado del foodtech en España 2022 (Eatable Adventures), en 2021 se captaron 695 millones de euros en inversiones. Un 220% más que el año anterior. Un estudio reciente del ICEX asegura que la industria agrícola española recibe fuertes inversiones en foodtech, principalmente en proteínas alternativas y la digitalización de la agricultura (Spain Foodtech Nation Report, 2022).

En nuestro país existen más de 400 startups foodtech que abarcan diferentes segmentos de la cadena de valor alimentaria: producción, consumo, transformación, distribución y retail. Todas ellas se caracterizan por su alto nivel de innovación, solvencia tecnológica e inmenso potencial de crecimiento.

En el segmento de la inteligencia artificial para realizar predicciones y conocer la salud del suelo, destaca la sevillana ec2ce, mientras que en el de ámbito de la bioimpresión 3D, lideran Cocuus y Nova Meat. También destacan Heura -elabora productos cárnicos vegetales a partir de proteína de soja y guisante- y Mimic Seafood que mimetiza marisco y pescado. Bio Tech Foods, la primera empresa española dedicada al cultivo de carne acaba de ser adquirida por JBS, el mayor procesador de carne del mundo.

El mercado foodtech abre un interesante espacio a la industria aseguradora, no sólo respecto a la cobertura de riesgos relacionados con la seguridad alimentaria y el cumplimiento de la legislación o la Responsabilidad Civil. Se trata de un mercado recién estrenado que requiere soluciones personalizadas basadas en el análisis de datos y el uso de plataformas digitales.

El sector asegurador tiene por delante un amplio espectro de colaboración que pasa por su adaptación a las demandas y expectativas de los consumidores que buscan mayor conveniencia, frescura y sostenibilidad en sus hábitos alimenticios o la alianza con los nuevos ecosistemas digitales de foodtech para ofrecer servicios de asesoramiento nutricional, prevención de riesgos o gestión de reclamaciones.