Inteligencia Artificial, ¿la fórmula para poner al cliente en el centro del negocio asegurador?

Desde hace unos cuantos años, el sector asegurador se esfuerza por poner al cliente en el centro de su negocio y de su estrategia. La digitalización ha impulsado, como en tantos otros sectores, un trato más cercano entre aseguradoras y asegurados. Es una paradoja, pero, a medida que los departamentos de atención al cliente se liberan de cargas administrativas y tareas repetitivas, se vuelven más eficientes para dedicar toda su energía y recursos a la gestión de tareas de valor añadido.

En el caso del sector asegurador, eso sucede cuando tenemos un siniestro. Hay quien se queja de que el seguro solo sirve cuando tenemos un problema. Y esa es, precisamente, su razón de ser. Por eso, en la gestión de los percances es cuando una compañía se la juega ante el cliente: puede ir todo bien y salir su relación reforzada o, por el contrario, ser una experiencia realmente desastrosa y que el asegurado salga huyendo como un gato escaldado del agua.

En este ámbito, la Inteligencia Artificial (IA) tiene un importante papel agilizando la relación con el cliente ante las peticiones más sencillas y repetitivas, dejando las manos libres para dedicarse en cuerpo y alma a atender a los clientes en los momentos críticos. Su aplicación no sólo es útil en la gestión de siniestros, hay un amplio abanico de departamentos y servicios que se pueden beneficiar de la IA: la suscripción, la tarificación, los procesos administrativos también pueden volverse más eficientes.

Y en la distribución también ayuda: ya hay en el mercado español herramientas y soluciones que permiten a los corredores de seguros detectar las pólizas susceptibles de no ser renovadas en sus carteras, permitiendo a estos profesionales anticiparse y hacer una gestión de sus clientes proactiva y más eficiente.

Como todo, la Inteligencia Artificial también tiene sus riesgos. El principal de ellos es que los algoritmos que se implementen no sean del todo justos con todos los clientes de una compañía de seguros. El riesgo de discriminar a determinados colectivos que no encajen perfectamente con los criterios marcados en el algoritmo podría expulsarlos del seguro y quedar sin cobertura sus riesgos. Es un factor que el sector asegurador debe tener en cuenta para un uso adecuado y ético de las amplias posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial para un sector que, de veras, desea poner las necesidades de sus clientes en el centro de su estrategia. Sobre las posibilidades que ofrece la IA para compañías y asegurados ahondamos en nuestro reportaje de portada. Y, como siempre, completamos la edición con la actualidad del sector asegurador del último mes, las cuestiones que más preocupan a los más jóvenes, la importancia de la salud mental y muchos contenidos interesantes más. Feliz lectura.