¿’Fast-tech’ o ‘slow-tech’? Los móviles reacondicionados arrasan

El afán por estrenar el último modelo de móvil cada año ha dado paso a una forma más responsable de consumir tecnología. El interés de los consumidores por los móviles reacondicionados crece a la vez que caen las ventas de dispositivos nuevos. Ha llegado el ‘slow-tech’.

Hasta hace bien poco, era habitual el gesto de guardar el viejo teléfono móvil en un cajón (con todos sus cables, cargadores y demás artilugios) y salir disparado a comprar el nuevo modelo de móvil anunciado a bombo y platillo en todos los medios. Hoy, parece que las tornas cambian. Según un análisis realizado por la consultora IDC, la venta de móviles nuevos cayó un 9,2% en 2022. Y no sólo: el mercado de los móviles reacondicionados crece más del 10%.

Este desplome, el mayor en la historia, ha hecho saltar todas las alarmas. ¿Por qué ya no compramos móviles? El precio, sin duda, es el gran condicionante. El importe medio de los dispositivos nuevos ha crecido un 17,1% en los dos últimos años. Mucho ha tenido que ver la crisis de los chips y semiconductores en este vertiginoso incremento. Pero no es el único motivo.

Los reacondicionados vienen pisando fuerte

Recién estrenado el Mobile World Congress 2023, se barajan diversas hipótesis para explicar la caída de las ventas de teléfonos móviles nuevos. La nueva edición del salón tecnológico se abre con la certeza de que los móviles han perdido protagonismo. Aparte de lo obvio -la guerra comercial entre EEUU y China, la crisis de los microchips, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la bajada del poder adquisitivo o la pandemia-, resulta que a los niños mimados de la tecnología les ha salido un duro competidor: los móviles reacondicionados. Y con ellos, la explosión de un mercado hasta ahora secundario que conduce a la creación de nuevas empresas y plataformas de comercio electrónico especializadas en la venta de estos dispositivos. Algunas de ellas se enfocan en firmas específicas, mientras que otras ofrecen pluralidad de modelos de diferentes marcas.

Y vienen pisando fuerte. No hay más que echarle un vistazo al estand de Back Market, presente por primera vez en el MWC. Su contundente defensa del reacondicionamiento no deja lugar a dudas: “Queridos expertos, reacondicionar sí que es innovar”. Con semejante declaración, el marketplace francés desafía al tradicional modelo lineal de consumo fast-tech con su reto sostenible basado en la reducción de residuos. “Nuestra motivación es luchar contra la cantidad de toneladas de residuos electrónicos que se generan cada año. En Back Market, estamos obsesionados con cambiar el consumo de tecnología, pasando de los productos nuevos”.

Y sí, los reacondicionados alargan el ciclo de vida de los smartphones mediante el esquema de economía circular. Lo que se ofrece es un producto de calidad con las mismas garantías que un producto nuevo.

¿Cómo funciona el reacondicionamiento?

En general, las empresas que se dedican a esta actividad adquieren dispositivos que ya no son utilizados o que han sido devueltos por los clientes. Los técnicos realizan un análisis detallado para detectar cualquier problema o fallo en el dispositivo. Verificada la viabilidad del dispositivo, se procede a su limpieza y reparación.

Esto puede implicar la sustitución de partes dañadas o la instalación de nuevas piezas para garantizar las óptimas condiciones. Completado este proceso, se realizan pruebas para asegurarse de que el dispositivo funciona correctamente. Finalmente, se restaura la configuración de fábrica y se realiza una limpieza profunda para eliminar cualquier rastro de uso anterior. Y ya está listo para su presentación en sociedad.

En cuanto a los precios, los móviles reacondicionados son más económicos que los nuevos -una de las principales razones por las que están ganando popularidad-. Pero además, se están convirtiendo en una alternativa amigable con el medio ambiente.

“Esto es positivo tanto para los consumidores -pueden ahorrarse hasta un 70% respecto al precio del modelo nuevo- como para el planeta”, subraya Jacqueline Pistoulet, Country Manager Spain de SMAAART. La otra francesa que también arrasa en el universo del reacondicionamiento tecnológico asegura que “por cada móvil reacondicionado por SMAAART se evita la emisión de 51kg de CO2, el uso de 154kg de materias primas y 56m3 de agua”. En su fábrica situada en el sur de Francia, consigue dar una segunda vida a más de 100.000 dispositivos al año a partir de un proceso industrial de reacondicionamiento con 56 puntos de control y ocho pasos clasificados.

A finales de 2022, la empresa especializada en el reacondicionamiento de teléfonos móviles del Grupo Econocom, realizó el primer estudio de mercado sobre el consumo de móviles reacondicionados en España. Los resultados fueron reveladores: el 58% de los españoles tiene intención de comprar un teléfono reacondicionado, mientras que el 44% ya lo ha hecho anteriormente. ¿Los motivos? El precio, el acceso a smartphones de alta gama y el cuidado del medio ambiente. Las sombras sobre la fiabilidad y durabilidad todavía constituyen un freno.

Nada más lejos de la realidad. Un móvil reacondicionado no es el viejo móvil desechado por tu primo que fue como loco a comprar el último modelo de iPhone. Se trata de dispositivos mimados al extremo en su proceso de rehabilitación que exige estándares de calidad y control exhaustivos. Sí, ha vivido una viva anterior, pero su reencarnación ha pasado por las manos de expertos que garantizan otra larga nueva existencia.

El ahorro económico, los controles de calidad y la garantía legal hacen que esta opción sea cada vez más popular entre los consumidores, lo que se traduce en un cambio de un modelo de consumo lineal o -basado en usar y tirar- a uno circular o slow-tech, que intenta reducir la generación de residuos.

Más allá de las empresas nacidas con el mercado de los reacondicionados -Smaaart, Back Market o CertiDeal- se suman a la tendencia tiendas tradicionales como Worten, PC Componentes o Phonehouse. Incluso generalistas como Amazon, Aliexpress, Carrefour, FNAC o El Corte Inglés.