Cómo poner a punto la moto para la nueva temporada

Aunque a los moteros de pura cepa no les habrá echado atrás ni un frío polar ni una buena tormenta, para la mayoría de los mortales comienza una nueva temporada en la que sacar la motocicleta a pasear independientemente del motivo, el negocio o el ocio.

Junto a la primavera, los días soleados y el buen tiempo arranca la temporada motera para muchas personas, que habían dejado sus monturas aparcadas en los duros meses de invierno y ahora vuelven a salir a las calles. Pero antes todos ellos deben hacer los deberes, comprobando que todo esté en orden para circular y poniendo a punto sus motocicletas con el fin de procurar que estén en las mejores condiciones.

El seguro y la documentación, claves

Pero no todas las comprobaciones ni tareas pasan por el aspecto técnico o mecánico, pues como es lógico debemos tener los papeles en regla para pilotar una motocicleta. Ello empieza por tener en vigor el seguro obligatorio de moto, pues como indica la ley no se puede circular con una motocicleta si ésta no está asegurada.

Al fin y el cabo el piloto es responsable del riesgo creado mediante la conducción de la moto, que no sólo le afecta a él, sino a los demás, por lo que no sólo es legal, sino lógico disponer de un seguro. Eso sí, ya no es necesario llevar consigo el recibo en vigor del pago del mismo, pues en caso de necesidad los agentes tienen la posibilidad de consultar el Fiva (Fichero Informático de Vehículos Asegurados).

Más allá de tener el seguro en vigor, deberemos llevar con nosotros los siguientes papeles cada vez que circulemos:

-Permiso de conducción: hay que llevar siempre consigo el carnet de conducir correspondiente (licencia de ciclomotor, carnet A1, A2, A o B), que demuestra que tiene las aptitudes necesarias para manejar el vehículo.

-Permiso de circulación de la moto: también debemos llevar con nosotros este documento, que prueba la autorización de la Jefatura de Tráfico para poder pilotar la motocicleta. En este permiso se describen diversos datos relativos al vehículo como el número de matrícula, la fecha de la primera matriculación o el número de plazas.

-Tarjeta de la ITV: sirve para llevar un control sobre las inspecciones técnicas que la moto ha de realizar periódicamente, demostrando que el vehículo está en condiciones. En ella aparecen todos los detalles técnicos de la moto: su marca y denominación comercial, la cilindrada, la potencia, las medidas de los neumáticos, etc. También es necesario llevar este documento cada vez que cojamos la motocicleta.

-Impuesto de circulación: este no hace falta llevarlo encima, pero sí tenerlo en vigor. El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica supone en España el pago de una cantidad anual, gestionada directamente por el ayuntamiento del municipio. Por ello, la cantidad varía dependiendo de la localidad, así como del tipo de motocicleta.

Puesta a punto del vehículo

Además de la parte legal es necesario cuidar la mecánica de la moto, comprobando que está en unas condiciones adecuadas para circular sin poner en riesgo ni a uno mismo ni a los demás. Por ello es necesario, y más si hace tiempo que no se coge la motocicleta, realizar una serie de tareas respecto a:

-Neumáticos: hay que cuidar que estén en condiciones y en los niveles de presión adecuados. Hay que tener en cuenta que estas piezas se deterioran incluso en las épocas en las que no se les da uso, debido a factores como las temperaturas o una mala cobertura cuando la moto se encuentra estacionada.

-Luces: otro factor esencial de seguridad, y más por la noche. Hay que comprobar que las bombillas de las luces no estén fundidas y vigilar que todos los dispositivos -LEDs, intermitentes, óptica trasera, luces de carretera- funcionan correctamente y realizan la labor para la que han sido instalados.

-Filtro de aire: debe estar limpio, lo que se hace difícil si la motocicleta lleva meses sin moverse del sitio. En ese caso hay que desinfectarlo y limpiarlo para que el motor respire sin dificultad. También hay que prestar atención a los otros filtros, el del aceite y el de la gasolina, cambiándolos cuando sea necesario.

-Batería: debe estar cargada si queremos que la moto arranque, así que si no la ha quitado de su moto y guardado a temperatura estable durante los meses de invierno es probable que no funcione correctamente. Por si las moscas siempre viene bien contar con un cargador/mantenedor de batería.

-Líquidos: hay que comprobar los niveles de éstos, desde el aceite al líquido de frenos pasando por el anticongelante.

-Limpieza y engrasado: más importante de lo que parece, pues más allá de por higiene y por cuidar el aspecto exterior de la motocicleta hacerse cargo de ambas tareas evitará el desgaste prematuro de los elementos de transmisión y la tornillería.