Seguros de ‘M&A’: en qué consisten y cuándo puede necesitarlo una empresa

No es un seguro demasiado conocido, aunque de una gran importancia en el entorno empresarial. ¿A qué corresponden estas siglas? ¿Qué son? ¿En qué ocasiones se contratan?

Cumplimos con lo prometido empezando por el acrónimo M&A, que como en tantas ocasiones proviene de la lengua anglosajona. Es el apócope de Mergers and Adquisitions, que en español significa fusiones y adquisiciones; es decir, simboliza este tipo de estrategias y operaciones corporativas que se realizan con el fin de que una empresa crezca, se amplíe y se expanda.

Los seguros de M&A, por lo tanto, van destinados a proteger los posibles (y numerosos) riesgos derivados de este tipo de prácticas, en las que hay tanto comprometido en juego: desde grandes cantidades de dinero a medios materiales y humanos, pasando por los cambios pertinentes respecto a logística, modus operandi de las compañías, área territorial de su mercado, distribución y comunicación, cliente potencial al que se dirigen o tipo de productos o servicios que se ofrecen.

Por ello, es normal que se hayan desarrollado pólizas que cubran los riesgos relacionados con operaciones de adquisiciones o fusiones no solo de compañías, sino de negocios o activos, riesgos que se pueden englobar en dos grandes grupos: los específicos y concretos y los potenciales y desconocidos.

Por eso existen dos grandes clases de seguros de M&A. Los primeros, como dijimos, se centran en contingencias específicas, como la planificación fiscal, las resultas de pleito y otras cuestiones. Este tipo de contratos permiten reducir o incluso eliminar estos peligros: cuestiones legales o de interpretación normativa, litigios que se hayan iniciado o puedan producirse, asuntos laborales o de derecho de la competencia... ¿De qué manera? Adelantando costes, resolviendo situaciones de bloqueo en negociaciones o anticipando los gastos de defensa legal.

En cuanto a los riesgos potenciales, gracias a estos seguros puede delimitarse, cuantificarse y adelantarse el impacto de una posible pérdida en un futuro -lo que ofrece tranquilidad a la hora de invertir- y ayuda a que se minimicen las discrepancias respecto al límite de responsabilidad del vendedor, eliminando su riesgo de insolvencia y evitándose disputas. Pero también puede ser útil para la parte que realiza la venta, que también gana en tranquilidad y goza de mayores garantías a la hora de realizar la operación.

Aunque las operaciones a realizar sean complejas y haya mucho dinero en juego, las coberturas que ofrecen estos seguros, además de útiles, deben ser claras y sencillas de aplicar, ayudando a simplificar las operaciones, minimizar los riesgos y ofrecer tranquilidad y garantías a las dos partes implicadas.