La inflación eleva el gasto en seguros de las familias españolas

El 23% de los asegurados tiene previsto cambiar de compañía para reducir gastos

La inflación está afectando a todos los sectores de la sociedad, incluido el asegurador. Una situación que ya se prolonga en el tiempo debido al aumento del coste de vida. Por ende, las compañías de seguros están aplicando procesos para agilizar la contratación de pólizas, aumentar sus beneficios y reducir costes.

Como indica un reciente informe de HelloSafe, la vida en España ya cuesta el 63% del salario mínimo. Este dato se debe a la tasa actual de inflación, que provoca un crecimiento desorbitado de los precios. Aunque, como refleja el IPC, la inflación ha descendido nueve décimas en mayo situándose en 3,2%, las previsiones estiman un contexto al alza. En este sentido, el porcentaje de personas con dificultades para llegar a final de mes se sitúa en el 35%, frente al 25% que declara vivir cómodamente, según un estudio elaborado por el Instituto DYM en colaboración con WIN Internacional.

Esta situación económica ha provocado que las finanzas familiares se vean resentidas. Como revela un análisis llevado a cabo por Advantere School of Management, los españoles solo pueden ahorrar el 20% de su salario, el 50% aproximadamente se destina a gastos fijos (vivienda, luz, agua, etc.) y el 30% a los gastos variables no esenciales (compras, deportes, tecnología, etc.).

Para conseguir ahorrar en sus hogares, los españoles han optado por cambiar de compañía en algunos suministros básicos, como, por ejemplo, el teléfono, la luz, el banco o los seguros, con el objetivo de encontrar tarifas más económicas.

Según el pronóstico de Línea Directa en el informe Los hogares españoles ante la inflación en 2022: gasto y ahorro familiar en el actual escenario económico, el 27% de los españoles tiene previsto cambiar de aseguradora en 2023. No obstante, la mitad de los españoles mantiene sus pólizas, y un 13% pretende aumentar el gasto en seguros.

Los gastos asociados al seguro se elevan

El gasto en seguros tiene un gran peso en la economía familiar. Como revela Ricardo González, experto en estudios sectoriales y regulación de seguros, si se tiene en cuenta el volumen total de las primas del sector en 2022, y se reparte entre el número de hogares, la media del gasto familiar se sitúa en torno a 3.400 euros. No obstante, esta cifra incluye segmentos muy heterogéneos. “Si analizamos algunos de los segmentos de negocio más directamente relevantes para las familias podemos ver que el gasto en el seguro de autos alcanzaba 600 euros de media por hogar, el de salud 557 euros y los multirriesgo del hogar y de comunidades de propietarios sumaban otros 508 euros, de media. Por su parte, los seguros de Vida de protección para el caso de fallecimiento como garantía hipotecaria o de otro tipo representaron un gasto medio por hogar de 274 euros”, comenta.

Aunque las aseguradoras terminaron 2022 con un crecimiento del 4,65% en las primas, hasta los 64.673 millones de euros, según datos preliminares de Icea, se estima que los seguros vean incrementados sus precios de forma generalizada este año. El seguro de salud ha liderado el crecimiento del sector, con un aumento de las primas del 7%, hasta 10.543 millones. No obstante, la escasez de profesionales sanitarios, la inflación salarial y la precariedad en la sanidad privada han provocado una subida histórica del precio del seguro de salud hasta el 7,5% más, según una encuesta realizada por WTW. Otro ramo afectado por el incremento de los precios es el de automóvil, con una subida media del 7,86%, asegurar un vehículo ha pasado de costar 581,5 euros a 627,2 euros como revela el comparador Kelisto.

La rentabilidad de las aseguradoras resiste

Por su parte, la rentabilidad de las compañías también se ha visto debilitada a causa de la inflación, sobre todo, los últimos meses de 2022. “Particularmente, el negocio de autos en 2022 y todavía sigue afectando en lo que va de año, aunque si la inflación comienza a moderarse (que parece que en España empieza a ser el caso), la situación puede ir mejorando a lo largo del año si bien tiene que encajar el efecto del baremo de las indemnizaciones por daños personales en los accidentes de autos que sufrió una importante revisión al alza a principios de año, a consecuencia de la inflación”, argumenta Ricardo González.

No obstante, algunas líneas de negocio han podido aguantar bien el impacto de la inflación, e incluso han aportado de forma positiva al resultado del sector, como es el caso del negocio de vida. “El año 2022 se ha cerrado con un resultado agregado y unas métricas de rentabilidad sobre fondos propios y sobre activos superiores al año previo. Esto pone de relieve la importancia de tener un negocio bien diversificado para estar protegidos contra eventos imprevistos”, explica González.

“Por otro lado, la rentabilidad de las carteras de inversión puede empezar a beneficiarse de las subidas de los tipos de interés y apoyar a la rentabilidad técnica, tras el mal comportamiento del año previo” añade.

Soluciones digitales y personalizadas para proteger los precios

Aunque el mercado asegurador en España está sometido a una presión elevada por los altos niveles de competencia y la situación desfavorable de la población, muchas compañías ya han implantado soluciones para mitigar los efectos de la inflación y beneficiar las primas de los asegurados. Principalmente, batallan la inflación con el uso de nuevas soluciones digitales, innovadoras y disruptivas como, por ejemplo, la inteligencia artificial y el blockchain. De este modo, pueden ofrecer primas personalizadas y eficientes.

Tal y como expresa Rodrigo González, “las entidades aseguradoras están haciendo esfuerzos importantes para controlar los costes de las reclamaciones, en la medida de lo posible, tratando de evitar el trasladar subidas equivalentes a las altas tasas de inflación a sus clientes. Pero esto tiene un recorrido limitado y, tarde o temprano, deben revisarse en alguna medida los precios con el fin de evitar un deterioro excesivo de los márgenes de rentabilidad. No es una tarea fácil por la competencia y por el deterioro del poder adquisitivo que están sufriendo los hogares que hace más difícil trasladar a los precios el aumento en los costes a consecuencia de la inflación”.

Por último, el seguro de vida es un instrumento imprescindible para luchar contra la inflación, puesto que está vinculado al ahorro. Es un elemento fundamental a la hora de canalizar los ahorros de los clientes y ofrecerles una rentabilidad adecuada a su perfil.

“El problema es que tras una década con tipos de interés cercanos a cero e incluso negativos era un negocio que había quedado reducido a su mínima expresión. Pero está resurgiendo con fuerza y son una alternativa muy competitiva frente a los productos que puedan ofrecer otras entidades financieras. No hay más que asomarse al mercado para ver la gran variedad de productos de seguros de Vida ahorro que están comercializando las entidades aseguradoras en estos momentos. Y hay apetito por parte de los clientes porque muchas de estas emisiones se agotan rápidamente una vez lanzadas al mercado”, dictamina González.