El seguro busca la fórmula para evitar los rigores de la inflación

Que la inflación está por las nubes ya no es noticia. Pero cómo las empresas hacen encaje de bolillos para evitar que el aumento de los costes se traslade al precio final que cobran a sus clientes y termine afectando a su volumen de facturación, sí puede ser novedoso. En el caso del sector asegurador, la fórmula es centrarse en el cliente y apostar por una suscripción de riesgos más personalizada que permita a las aseguradoras cobrar la prima ajustada al riesgo. ¿Es este el fin de la mutualización del riesgo, la verdadera razón de ser del seguro?

No son pocas las aseguradoras que ya han anunciado que las renovaciones de los contratos de seguros se harán prácticamente caso a caso, analizando el riesgo suscrito si no por cada uno de sus clientes, sí en función de una segmentación cada vez más precisa gracias a la gestión de los datos de los clientes.

La inteligencia Artificial también ayudará a mejorar la oferta aseguradora para adecuarla a la demanda de los asegurados de seguros más ágiles, digitales y que se adapten a las verdaderas exigencias de una sociedad cada vez más impaciente, activa y concienciada tanto en su propia protección como en otros factores como la sostenibilidad.

La transformación digital del seguro es un hecho, y esto permite a las compañías conocer mejor a sus clientes y diseñar productos casi a medida. Lo que no debe perder nunca de vista el sector asegurador es la necesidad de tener en cuenta a toda la sociedad a la hora de diseñar coberturas y soluciones aseguradoras que no dejen fuera a nadie por ninguno de los motivos que reconoce la legislación española y europea vigente.

Cada familia destina a la compra de seguros una media de 3.400 euros al año. La subida de las pólizas en la renovación de los diferentes seguros ha llevado a que el 27% de los asegurados confiesen que van a cambiar de compañía en busca de un precio más ajustado. En este contexto el sector puede adentrarse, de nuevo, en una nueva guerra de precios que termine de socavar sus resultados. No en vano, el alza de los costes y el aumento de la siniestralidad han provocado un deterioro de la cuenta técnica del seguro de automóviles en un 75%.

El supervisor del seguro, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones ya ha mostrado su preocupación ante una inminente guerra de precios que deteriore aún más la cuenta técnica de un negocio como el asegurador que se basa en la solvencia y en la confianza que los clientes depositan en su promesa de actuar en caso de sufrir un siniestro.