El ‘kit’ básico de supervivencia para la automotivación

Tener un motivo nos ayuda a resolver las situaciones de nuestro día a día, ya sea en el ámbito personal o profesional. Cuando las fuerzas flaquean es importante llenar ese ‘kit’ con los consejos que relata la ‘coach’ Elena Fernández.

Me sigues asombrando, Lidia. Mira que te conozco desde hace años... ahora acabas de cerrar tu negocio con pérdidas, dejas atrás tu vida ejecutiva de 20 años para lanzarte al desempleo a los 50 y ahí estás tú, hablándome de la importancia de estar motivada. En cambio, a mí me sopla el viento a favor con mi trabajo y sin embargo, mi mente no deja de quejarse y no consigo ni la mitad de tu ánimo, oye amiga, ¿cómo lo consigues?”

-“Sara, cambia de kit, je, je, je”.

-“¿Qué?”

-“Cuando viajo hago la maleta y meto el kit del aseo. Ese kit me facilita la vida más a veces que la propia ropa de la maleta. Pues igual en la vida. Viajamos por la vida con una maleta llena de conocimientos, pero lo fundamental es el kit, que está compuesto de mucha actitud y automotivación”.

-“No suena mal... mi kit debe estar vacío cada mañana cuando suena el despertador”.

-“Exacto. Por eso, como está vacío de lo fundamental, se llena de quejas y nada te sienta bien, (aunque estés en el mejor lugar, con la mejor posición). Aprendí a meter primero el kit lleno de ganas y luego la vida me iba poniendo en un camino o en otro, y siempre se sale algo para aprender de ello, como cuando viajas con ganas de conocer un lugar... y ya no te importa el tiempo que haga, aceptas lo que venga”.

-“Creo que te entiendo, pero aun así a mí ese kit me es complicado llenarlo, ¿Qué puedo hacer, doctora, ¿tiene solución?”

-“Claro: Primero, acuérdate de que existe. En cuanto suene el despertador llénate de una pregunta importante: ¿Para qué quiero levantarme hoy? Y así pones el pie en el suelo sólo si tienes una respuesta. No busques la mejor respuesta, sólo la que te motive a dar el paso.

De esa forma, al verte levantada en el día recuerda que estás en esa posición porque tuviste un motivo y harás que esa sensación te de sentido y ánimo para continuar.

Después, puedes elegir qué te dices y cómo te lo dices. La queja a veces no aporta algo positivo para tu vida. Bien, no la metas en el kit, quita todo lo que tú misma veas que no te viene bien. Así dejarás más sitio al entusiasmo, las propuestas y las soluciones para avanzar.

Por último, cada día, revisa tu kit y da gracias por lo aprendido. Recuerda tres cosas que en el día te dieron energía y atesora todo en tu kit. Los recuerdos conceden energía y vida. Yo hoy pienso meter la imagen de este café contigo, Sara y, sobre todo, esta sonrisa que te estoy viendo”.