Todo lo que hay que saber sobre la ‘abstinencia beauty’

La máxima ‘menos es más’ también se aplica a la cosmética. Hacer un ‘ayuno’ de determinados principios activos ayuda a la piel a recibir mejor los tratamientos más agresivos. El seguro de salud también puede ayudarle.

Cuando se empezó a poner de moda el minimalismo cosmético -reducir al mínimo las rutinas de belleza- ya se intuía que un consumo excesivo de productos con alta carga de activos desentrenaba la piel.

Era el año 2021. Hace pocos meses se popularizó la llamada skin cycling que invita a un uso comedido del retinol y otros ácidos exfoliantes: un día de cada cuatro.

Estas propuestas de ayuno cosmético pretenden la utilización de activos como si se tratara de un gimnasio para piel. Es decir, su aplicación se reduce para que la piel trabaje y no se vuelva vaga. Hay quien abraza sin ambages la técnica de la abstinencia, pero también quienes la cuestionan.

Beneficios del ayuno cosmético

Todo depende del tipo de ayunos. No es lo mismo suprimir un cosmético un día, que hacerlo de manera constante o durante períodos claramente marcados. Las firmas y, en general, los expertos, suelen defender lo contrario, pues dejar usar un producto impide lograr los resultados óptimos.

No obstante, el ayuno puede ser útil en algunos casos concretos. “Por ejemplo, en pieles sensibilizadas es beneficioso que determinados principios activos se usen de forma espaciada. Bien porque esa piel no los admite de manera continuada o porque requiera un proceso de asimilación para que el tejido se acostumbre a ese activo. Esto suele ocurrir, por ejemplo, con los retinoides, alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos o ciertas formas de vitamina C”, argumenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.

Desventajas del ayuno cosmético

La principal desventaja es el retraso de los beneficios, pues los principios activos pierden capacidad si solo se aplican de forma espaciada. No tiene sentido dejar de aplicar retinol sobre una piel ya acostumbrada.

Con esto, solo se logra una ralentización de su efecto. Esta es la postura que defienden Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8, y Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD.

Ellas abogan por el ayuno minimizado de productos con alta carga de activos. Un día a la semana de ayuno “es el tiempo justo para que la piel entienda que también tiene que trabajar por sí misma, pero sin que llegue a intervenir negativamente en la eficacia de un tratamiento o rutina”, explica Raquel González.

No se debe prescindir más de un día de los productos responsables de un equilibrio constante de la piel: ácido hialurónico, pantenol, urea, ceramidas, escualano.

Se puede ayunar de principios activos más potentes: determinadas formulaciones a partir de ácidos exfoliantes o con exfoliantes granulados. En estos casos se aconseja no abusar. Bastan dos o tres días por semana para lograr los efectos adecuados, sin debilitar la función barrera de la piel.