Tecnología y sostenibilidad, retos de las empresas en 2023

Capacidad de adaptación es la virtud de más valor para las compañías en la última década, y uno de los mayores poderes con los que afrontar un nuevo año en este mundo en perpetuo cambio y en el que cada vez son más protagonistas la tecnología y la rapidez. La consultora Getesca, firma especializada en gestión de talento y soporte a la implantación de la innovación, apunta algunos de los principales retos que deben afrontar las compañías en este 2023.

El primero de ellos, cómo no, es la tecnología, cuyo aprovechamiento a la hora de beneficiarse de las muchas posibilidades que ofrece -en innovación, desarrollo de producto, envío de material, comunicación, marketing y un largo etcétera- es esencial de cara a conseguir éxito empresarial. Otro reto importante, sin duda, es ser capaz de adaptarse a las necesidades del mercado, teniendo en cuenta no sólo los valores de precio y calidad, sino también la sencillez y rapidez de adquisición que los consumidores actuales demandan.

Tampoco se puede obviar el nuevo escenario geoestratégico, marcado por las guerras -no sólo militares, sino también comerciales- entre países y por conflictos, acuerdos y vetos constantes, lo que obliga a las marcas a estar informadas y saber adaptarse; una situación difícil que genera negativismo en el clima social, una realidad que el mundo empresarial ha de comprender y ante la que debe aportar razones para el optimismo teniendo empatía con el consumidor y su situación y sabiendo responder a sus necesidades.

Sostenibilidad es otra de las palabras de moda en los últimos años, y un concepto en el que las compañías deben trabajar con el fin de compaginar la lógica búsqueda de resultados con un mayor respeto al medio ambiente. La identificación, atracción y motivación del talento y la correcta y constante definición e implementación de estrategias son los otros grandes retos que la consultora resalta.

En este escenario... ¿qué puede hacer el sector asegurador? Afrontar los mismos retos que el resto de firmas, siendo capaz por un lado de adaptarse al escenario antes descrito y por el otro de responder a las necesidades específicas tanto de las compañías como de los clientes particulares, especialmente a través de sus seguros para empresas y para autónomos. Flexibilidad, adaptabilidad, empatía con el cliente, sostenibilidad, búsqueda de resultados, innovación, tecnología... y, sobre todo, humanidad, un concepto que últimamente se olvida y que conviene poner en relieve.