Formas en que la robótica y la IA transformarán la vida en 2023

En algo más de una década, robótica e inteligencia artificial han alcanzado los primeros puestos en la carrera tecnológica. El futuro se presenta
aún mucho más prometedor en ambos campos.

La robótica se refiere al uso de dispositivos mecánicos para realizar tareas, mientras que la inteligencia artificial (IA) se define como la capacidad de una máquina para imitar las funciones cognitivas de un ser humano, como el aprendizaje y el razonamiento. Ambas tecnologías están estrechamente relacionadas y, a menudo, se utilizan juntas para crear sistemas más avanzados y eficientes.

En 2023, se espera que robótica e Inteligencia Artificial tengan un impacto aún mayor en nuestras vidas y en la forma en que hacemos negocios. Si hacemos caso a las predicciones de Elon Musk, puede que seamos testigos de “una transformación fundamental de la civilización”.

La robótica del nuevo año

Al margen de los vaticinios del millonario sudafricano, la robótica apunta a la creación de artilugios sofisticados, capaces de realizar gran variedad de tareas aplicables a numerosas actividades: desde la fabricación hasta el cuidado de personas mayores. En el sector de la construcción, se pronostican androides aptos para levantar estructuras y edificios de manera más eficiente y segura.

Con respecto a la comunicación, las máquinas avanzan a pasos de gigante. De hecho, se espera el desarrollo de robots cada vez más inteligentes, adecuados para mantener conversaciones naturales con los humanos. Una utilidad ésta muy interesante en el campo del cuidado de mayores y personas discapacitadas. Cómo no, los chatbots y asistentes virtuales mantendrán su proyección en los sectores más comerciales y en la atención al cliente.

Los cobots -robots colaborativos- experimentarán también un desarrollo creciente. Se trata de máquinas diseñadas para trabajar en armonía con las personas. Además, su manejo sencillo e intuitivo los hace ideales para empresas que no tienen experiencia previa en tecnologías avanzadas. Se prevé que los cobots representen el 30% del mercado total de robótica en 2027.

La Inteligencia Artificial acapara el futuro de la automatización

Además de la palabra del año para la Real Academia Española (RAE), la inteligencia artificial (IA) ha sido uno de los avances científicos y tecnológicos más destacados de 2022. Y lo seguirá siendo en los procesos rutinarios de la industria y otros sectores.

Como explica Brian X. Chen en el New Tork Times, es posible que “muchas de las herramientas que ya usamos para el trabajo comiencen a incorporar funciones de generación automática de lenguaje en sus aplicaciones.

Rowan Curran, un analista de tecnología en la firma de investigación Forrester, comentó que aplicaciones como Microsoft Word y Hojas de cálculo de Google podrían integrar herramientas de Inteligencia Artificial “para optimizar los flujos de trabajo de las personas”.

El futuro cercano apunta hacia un escandaloso desarrollo del aprendizaje automático y la capacidad de las máquinas para “pensar” a la manera humana. Tal perspectiva impulsará el diseño de sistemas cualificados para la realización de tareas complejas, sin necesidad de intervención humana, cuyo impacto redundará en la automatización de procesos. Ante el temor de que las máquinas remplacen a las personas en numerosos trabajos -con el consiguiente aumento del desempleo-, se da la paradoja de la creciente dificultad para contratar empleados con habilidades tecnológicas.

Nuevo enfoque laboral

Los retos sociales que implica el progreso de la automatización pasan por un nuevo enfoque de las condiciones laborales. Si la flexibilidad y el equilibrio entre la vida personal y laboral parecen haber tomado el rumbo adecuado, la adopción de la inteligencia artificial en procesos mecánicos y repetitivos tiene toda la pinta de allanar aún más el camino hacia la conciliación.

Principales dificultades

Aparte de las mencionadas cuestiones relativas al empleo y las desigualdades económicas, la implantación global de la tecnología obliga a repensar ciertos puntos críticos relacionados con la ética, la responsabilidad por daños, el uso malintencionado o la seguridad.

1Ausencia de responsabilidad. Si el robot o el sistema de Inteligencia Artificial se equivocan puede resultar bastante complejo determinar la responsabilidad. Esto dificulta la rendición de cuentas y el proceso de resolución de problemas.

2Uso malintencionado y riesgos para la seguridad. Las tecnologías pueden ser utilizadas (se utilizan) para fines malintencionados incluso delictivos: espionaje, hackeos, ataque a sistemas.

3Preocupaciones éticas y de privacidad. Se plantean cuestiones éticas, como la vulneración de la privacidad o la discriminación. Es fundamental establecer un sistema legal para impedir tales desmanes.

4Coste. La implementación de sistemas de robótica e inteligencia artificial puede ser costosa tanto respecto a la adquisición de la tecnología como en mantenimiento y actualización.

5Capacidad limitada. Los robots y sistemas de inteligencia artificial pueden realizar muchas tareas, pero tienen limitaciones y no pueden reemplazar el trabajo humano en todas las áreas.

6Carencia de flexibilidad. Las nuevas tecnologías permiten realizar tareas programadas con precisión, pero carecen de capacidad de adaptación ante imprevistos.

Por ello, urge implantar tales medidas en consonancia con las necesidades de las personas, utilizando la robótica y la Inteligencia Artificial de manera responsable y equitativa.