La importancia de gestionar el tiempo

La gestión del tiempo es uno de los mayores retos de cualquier trabajador, y más aún en el caso de los emprendedores y autónomos. Optimizarlo es ser más productivo y eficiente, lo que redunda en una mayor rentabilidad y en una mejor salud mental.

Aunque aún habrá muchos afortunados que estén disfrutando de unas merecidas vacaciones, para otros es el momento de la vuelta al trabajo, algo que se hace complicado y más en estas fechas en las que todavía aprieta el calor. La clave, más allá de una incorporación gradual (en la medida de lo posible) a las tareas laborales que cada uno desarrolle, es gestionar el tiempo de la mejor manera posible. En ese sentido, la startup Woffu aporta una serie de consejos que aquí desgranamos.

En primer lugar, resulta importante realizar una lista -digitalmente o como se ha hecho toda la vida, con papel y lápiz- en la que apuntemos las tareas que nos queden pendientes por hacer, ayudándonos a conocer cuanta tarea tenemos por delante y cuánto tiempo puede llevarnos y permitiéndonos priorizar, focalizándonos e incluso dándonos algo de impulso motivacional. Tachar de la lista una tarea realizada supone siempre un pequeño arreón de moral.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es esta palabra tan fea (y este hábito tan dañino) que es la procrastinación. Debemos forzarnos a no procrastinar, a no dejar tarea pendiente para última hora, especialmente la más densa, la que más pereza nos dé y la que más nos cueste hacer. Más bien al revés: la labor más costosa y trabajosa es mejor hacerla lo antes posible, para no tenerla pendiente y que la preocupación por no haberla realizado no ocupe un espacio en nuestra cabeza durante mucho tiempo. Mejor primero trabajo y luego ocio (con la tranquilidad de la labor realizada) que primero ocio (con preocupación porque hay tarea pendiente) y luego trabajo...

En tercer lugar, hay que hablar de las reuniones: deben ser pocas, breves y efectivas. A veces restan demasiado tiempo, perdiéndose en otros asuntos o en cuestiones secundarias, y no dejan al trabajador ni centrarse ni avanzar. Por eso estas puestas en común tienen que ser sólo las necesarias, enfocadas en los objetivos principales y de resolución rápida. Así servirán para planificar mejor la tarea y organizar más eficientemente el trabajo, convirtiéndose en una dinámica positiva y resolutiva y no perjudicial.

Y, por último, al trabajar hay que cuidarse mucho de los ladrones de tiempo: las redes sociales, las llamadas de teléfonos, los emails, etc. Hay que ser consciente de mirar (y enviar) únicamente los mensajes importantes, pues podemos perder mucho tiempo y descentrarnos o provocar lo mismo en un compañero. Cuantas menos distracciones, más productividad y mayor optimización del reloj.