Productos sostenibles para unas empresas más rentables

Las compañías, condicionadas por una legislación cada vez más exigente al respecto, están cambiando poco a poco su modus operandi en favor de la utilización de productos sostenibles. Estos son los impactos que pueden tener estos cambios no solo en el aspecto medioambiental, sino también en el económico.

El uso de productos sostenibles no tiene por qué suponer un coste adicional a las empresas; más bien al contrario, las compañías que apuestan por ellos son capaces de ser rentables. Según la multinacional francesa Capgemini, especializada en servicios de consultoría tecnológica, más de un 70% de las organizaciones que han implementado el diseño de material sostenible han experimentado un aumento en el crecimiento de sus ingresos, la satisfacción de sus clientes y el compromiso de sus empleados.

Para la firma, el diseño sostenible también ofrece oportunidades de reducción de costes en toda la cadena de valor mediante estrategias como la desmaterialización y el aligeramiento, cuyo objetivo es reducir la cantidad de materiales utilizados en un producto. Otros beneficios incluyen una mayor eficiencia en la fabricación -por ejemplo, mediante la disminución del consumo de energía y agua- y la reducción del tiempo de montaje, además de costes de transporte más bajos con productos optimizados y diseño del embalaje.

Un informe reciente del instituto de investigación de esta compañía determina que el 67% de las empresas ha conseguido reducir sus emisiones de carbono gracias a la aplicación de estrategias de diseño de productos sostenibles, lo que ha supuesto una mejora en el crecimiento de los ingresos en el 73% de los casos.

Eso sí, en ocasiones, invertir en este tipo de productos no sólo requiere de un importante desembolso económico, sino de paciencia, esfuerzo y tiempo, ya lo que el objetivo de ahorro no siempre es fácil de alcanzar a corto o incluso a medio plazo.

A todo esto, hay que contar que el intervencionismo político/legislativo en las empresas -a través de leyes cada vez más restrictivas, severas y exigentes- es cada vez más elevado, propiciando un mayor control externo y dejando un menor margen de libertad y capacidad de decisión propia a los empresarios.

Eso también sucede en materia de sostenibilidad. De hecho, según el informe de Capgemini, la principal motivación para el 61% de las compañías que actualmente adopta prácticas de diseño de productos sostenibles o que planea hacerlo próximamente es la presión de las normas reguladoras. Dado que la normativa se endurecerá en el futuro, incluso en lo que respecta a la ampliación de la vida útil de los productos y a los materiales reciclados utilizados en estos y/o en sus envases, las empresas que aún no estén aplicando un diseño sostenible deben reconsiderarlo para protegerse del riesgo de incumplimiento de la normativa en el futuro.