Nikhil da Victoria Lobo, director de Mercado para Europa Occidental y Meridional de Swiss Re: “Si no predecimos correctamente la inflación estamos infraasegurando a las personas”

Durante su carrera, Nikhil ha trabajado en proyectos como el Fondo de Emergencia para Pandemias del Banco Mundial, el Fondo de Seguros contra Riesgos de Catástrofes del Caribe; y en la Uruguay Drought Hedge, la primera póliza de seguro que cubre la exposición de un gobierno a la volatilidad del clima y los precios de la energía.

Nikhil da Victoria Lobo es el responsable de Mercado para Europa Occidental y Meridional desde julio de 2020. Comenzó su carrera en Securitas Capital en 2001, y se unió a Swiss Re en 2003 a través del Programa Internacional de Graduados. Trabajó en Reaseguros de América Latina y como suscriptor en el equipo Facultativo de Propiedad de América Latina. En 2008, Nikhil se unió al equipo de soluciones para el sector público de Swiss Re como uno de sus primeros administradores de clientes. En este cargo, ha iniciado y fomentado relaciones con líderes gubernamentales y empresariales en EEUU, Canadá y América Latina, y ha desarrollado la franquicia del sector público de Swiss Re desde cero. En 2017 fue nombrado director general y jefe de Soluciones del Sector Público para las Américas de la compañía. Además, ha intervenido en el Foro Económico Mundial y en las reuniones Anuales del FMI.

¿Cómo afecta la incertidumbre generalizada actual al mercado mundial de seguros?

El mercado mundial de seguros y reaseguros viene a ser el amortiguador de la sociedad. En un mundo incierto en el que nos vemos afectados por el clima, los conflictos bélicos, los retos económicos, etc., no debería sorprendernos que esto se manifieste en los resultados del sector de los seguros y reaseguros. Hilando más fino, si nos fijamos únicamente en las catástrofes naturales, en 2021, impulsados por el calentamiento climático, se produjeron pérdidas económicas por valor de 270.000 millones de dólares, de los que el sector asegurador se hizo cargo de 111.000 millones. Una factura muy elevada para hacer frente a un único riesgo, que el sector asume y paga. Así que, en mi opinión, hay una necesidad absoluta del sector en estos tiempos inciertos y, francamente, es una misión que debemos cumplir.

¿Cuáles son los principales riesgos a los que se enfrenta el seguro actualmente?

Destacaría dos riesgos que, de alguna manera, a la vez son oportunidad. El primero es el clima. Creo que cuando se observa la frecuencia y la gravedad de los acontecimientos provocados por el clima, en particular lo que llamamos en el sector riesgos secundarios: inundaciones, sequías, incendios forestales, etc., el coste de estas catástrofes es cada vez mayor y, obviamente, lo vemos en nuestra vida cotidiana, pero no es una sorpresa que afecte al sector de los seguros. El segundo es la tecnología que, obviamente, está cambiando la forma en que pensamos en el riesgo, en el acceso a los datos y en la calidad de estos.

En ambos casos, en el clima y en la tecnología, también veo una oportunidad. En el clima porque va a haber más demanda de nuevos productos innovadores de nuestro sector y en la tecnología porque nos permite, si la aprovechamos bien, hacer que los seguros sean más accesibles y comprensibles y, por tanto, más utilizables por los consumidores finales.

¿La guerra en Ucrania afectará a las renovaciones de seguros en 2023? ¿Qué líneas de negocio son las más afectadas por este conflicto?

Indudablemente la guerra en Ucrania afectará al sector. Lo hará claramente de manera más pronunciada a ciertas líneas que llamamos de especialidad: aviación, transporte marítimo, etc. Pero también destacaría que va a afectar a otras líneas en las que la gente no piensa a priori. Así, hay que pensar en el impacto de la guerra en las cadenas de suministro. Estas son clave para el sector manufacturero, lo que a su vez significa que cuando un bien sufre un siniestro, el tiempo de perturbación es mayor y esto puede afectar a las coberturas de daños a bienes y de interrupción de la actividad. Igualmente, Ucrania está ejerciendo una clara presión sobre la inflación económica que afectará a las líneas de contingencias. Así que, en cierto modo, con la excepción de algunos ramos muy específicos, la guerra de Ucrania repercutirá en todo el sector, o más bien acelerará las tendencias que ya eran evidentes.

¿El cambio climático y el aumento de la frecuencia de catástrofes naturales relacionadas con el clima cambiarán la forma de asegurar los daños más habituales como hogares o coches?

Aquí hay dos partes. En primer lugar, habría que señalar que llevamos más de 30 años hablando del cambio climático, y aunque el periodo de tiempo es muy amplio, proporcionalmente a nivel mundial, ha habido relativamente poca acción. Así pues, no debería sorprendernos que ahora estemos pagando de algún modo la factura. Si nos fijamos en Francia, donde al igual que ocurre en España con el Consorcio de Compensación de Seguros, cuentan con un programa de cobertura de catástrofes naturales apoyado por el gobierno, las tormentas convectivas y de granizo de 2022 costaron 5.000 millones de euros de daños al sector y una sola tormenta en junio costó 4.000 millones de euros. Este tipo de daños está cubierto por las pólizas de seguro de los propietarios de viviendas, y también por las de automóviles y las de multirriesgos de empresas. Así que, evidentemente, estas líneas de negocio y estas coberturas subyacentes van a experimentar un cambio en el precio y de retención.

En España, por su parte, tuvo lugar recientemente el fenómeno de Filomena, que fue algo inesperado. Pero no es sólo la frecuencia de este tipo de eventos lo que va a impactar en el sector asegurador español, sino también la tipología de los mismos, algunos de los cuales quedan fuera de la cobertura del Consorcio, sin ir más lejos, los dos tipos de siniestros mencionados, el granizo y las grandes nevadas en España están cubiertas directamente por las compañías, no por el Consorcio. Así que, en resumen, está muy claro que los riesgos están aumentando. Las asociaciones público-privadas tardan más en evolucionar y, por lo tanto, hay que afrontar el coste para el sector y el coste para los propietarios.

¿Los ciberriesgos son motivo de preocupación para el sector asegurador?

Sí, lo son. Y, obviamente, es una línea de negocio que está creciendo en el sector de los seguros en paralelo con el coste de los ciberriesgos. Si se mira la factura para la economía mundial, el año pasado fue de casi 1 billón de dólares. Swiss Re mantiene una posición cautelosa, dado que estos riesgos no dejan de surgir y evolucionar. Para nosotros es una de las áreas en las que creemos que hay más oportunidades. Una vez más, nos acercamos con cautela a la demanda de seguros cibernéticos por parte de los propietarios de viviendas y también de las pymes. El ciberespacio es un riesgo no sólo para las grandes empresas, sino para la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, el seguro tendrá que dar un paso adelante, pero tenemos que ir con cuidado dado lo nuevo de estos riesgos y su continua evolución.

Ha mencionado el impacto en la inflación y cómo puede obligar a los seguros a subir los precios de las primas. ¿Hay algo más que pueda añadir sobre las tendencias en ese ámbito?

Cada uno de nosotros está experimentando el alcance de la crisis económica en su propio bolsillo. La inflación en la Eurozona ha alcanzado el récord del 10% en 19 países y las aseguradoras se enfrentan a diferentes tipos de inflación. Con la inflación, suben las sumas aseguradas y aumenta el coste de reparación de los siniestros. Por lo tanto, las primas de los seguros tendrán que adaptarse para cubrir estas mayores pérdidas.

La estructura de las coberturas de reaseguro también tendrá que evolucionar con la inflación y las retenciones de las aseguradoras, es decir, la cantidad relativa de riesgo que retienen, tendrán que subir. No olvidemos tampoco que si no predecimos correctamente la inflación en nuestra evaluación de riesgos, estamos infraasegurando a las personas, que van a confiar en el seguro en momentos de necesidad. Por lo tanto, predecir la inflación con precisión en todas las líneas de negocio es también crucial para cerrar la brecha en la protección.