Hipertensión. Prevención, diagnóstico y últimos tratamientos
La presión arterial es la fuerza que aplica la sangre al bombear contra las paredes de las arterias. Cada vez que el corazón late, ejerce dicha fuerza. Cuando se encuentra en reposo -entre latido y latido-, la presión desciende.
La presión arterial se mide por dos valores: el valor superior (sistólica) es la presión del flujo sanguíneo cuando el músculo cardíaco se contrae (aprieta) y bombea sangre. El valor inferior (diastólica) es la presión en las arterias medida entre los latidos del corazón.
Es muy importante controlar la tensión arterial, pues la hipertensión es la primera causa de las enfermedades vasculares y de corazón.
En España, esta enfermedad afecta a aproximadamente un 35% de la población adulta. El porcentaje se eleva hasta el 40% en edades medias y llega al 60% en los mayores de 60 años.
Diagnóstico
La hipertensión o presión arterial alta no tiene síntomas. De ahí que su diagnóstico no sea sencillo. Por ello, la única manera de averiguar si se padece esta patología es a través de chequeos médicos periódicos.
Cualquier persona corre el riesgo de desarrollar hipertensión. Sin embargo, ciertos factores que pueden aumentarlo son:
n Edad. La presión arterial tiende a aumentar con la edad.
n Peso. Las personas con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta.
n Sexo. Antes de los 55 años, los hombres tienen más probabilidades. Después de los 55 años, las mujeres son más propensas a la tensión alta.
n Estilo de vida poco saludable. Consumo excesivo de sal, carencia de potasio, vida sedentaria, tabaco, alcohol... inciden de manera negativa.
n Los antecedentes familiares de hipertensión arterial aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Cuando se detecta hipertensión, el médico puede indicar otro tipo de pruebas -hemograma, colesterol, glucosa, análisis de la función renal, tiroides- para detectar afecciones que puedan causarla. También puede solicitar un electrocardiograma para comprobar cómo late el corazón.
Tratamiento
La Sociedad Española de Hipertensión recomienda dieta equilibrada y ejercicio controlado, tanto para prevenir como para tratar la hipertensión. El tratamiento para la hipertensión grave suele incluir inhibidores de ECA, betabloqueantes, diuréticos y medicamentos reguladores del potasio. Las personas con una emergencia hipertensiva necesitan medicamentos de acción rápida por vía intravenosa.