De intermediarios, precios y poner al cliente en el centro del negocio asegurador

Dicen que, a grandes rasgos, el objetivo de la publicidad es generar emociones y promover la compra de productos y servicios, pero lo que ha provocado la última campaña de Línea Directa ha sido la polémica entre actores del sector asegurador como los mediadores de seguros, los peritos o los abogados. Los intermediarios. Esa palabra tan denostada a veces, tan necesaria en muchas actividades. Y sí, también en el seguro juegan un papel fundamental. La campaña de la aseguradora del coche rojo viene a decir que su modelo de negocio -directo- es capaz de abaratar el seguro al cliente porque elimina los intermediarios “que encarecen el seguro” y por ese mensaje no han querido pasar ni peritos ni mediadores de seguros.

Ambos colectivos han solicitado a lo largo de las últimas semanas a la compañía que retire su campaña, al considerarla vejatoria y engañosa para el consumidor de seguros. Y contradictoria, porque la propia Línea Directa aparece en comparadores de seguros online, que no son más que corredores de seguros online, esa figura a la que quiere situar como culpable de la subida del precio de las pólizas de coche. Y también de hogar y de salud, que son los nuevos ramos que prometen “evolucionar”.

Para alguien ajeno al sector asegurador, el mensaje de la polémica campaña puede ser razonable y tener sentido, pero lo que nunca nos contarán como consumidores es que el mecanismo de la fijación del precio de una póliza de seguros no es tan sencillo y no siempre el prescindir de un mediador profesional y cualificado abarata el precio. Ya saben eso que dicen, a veces lo barato sale caro. El Consejo General de los Mediadores de Seguros sostiene que “los gastos de captación de clientes a través de una campaña de publicidad tan fuerte como la que despliega Línea Directa son muy superiores a los que realiza cualquier compañía que utiliza red agencial o de corredores como elemento de asesoramiento y calidad, con un servicio personalizado incluido”. El máximo organismo de los mediadores de seguros en el mercado español afirma que el spot de Línea Directa es “publicidad engañosa que vulnera dos leyes: la Ley General de Publicidad 34/1988 (un anuncio tendrá ese calificativo “cuando induce o puede inducir a error a sus destinatarios, afectando a su comportamiento económico”); y la Ley de Competencia Desleal 3/1991 como ocurre en este caso al afectar al precio o modo de fijación del mismo”.

Por supuesto, la aseguradora es libre de publicitar su modelo de negocio directo, con el que ha alcanzado fuertes crecimientos en los últimos años, pero no a costa de desprestigiar a unos profesionales de la mediación aseguradora cuyo objetivo es asesorar al cliente y tratar de buscar la solución que mejor se adapte a sus circunstancias y asistirle en caso de siniestro, sin que eso tenga un mayor coste para el asegurado. La polémica -y la competencia- está servida.