Consejos para distinguir las mejores pantallas en ordenadores portátiles

La pantalla es uno de los elementos más importantes de cualquier ordenador, especialmente cuando se trata de equipos portátiles.

Aunque a la hora de adquirir un ordenador portátil la mayoría suele evaluar prestaciones técnicas como la memoria RAM, el SSD, la velocidad del procesador, el peso o la tarjeta gráfica, la pantalla determina gran parte de la experiencia del usuario. Más allá del tamaño (que también importa) o la calidad de la imagen, el monitor no es asunto baladí, sobre todo cuando se va a pasar mucho tiempo ante este.

Factores como la eficiencia energética, los niveles de emisión de luz azul o la capacidad para adaptar el brillo al nivel de luz del entorno condicionan el confort y el impacto sobre la visión. Al igual que la resolución (especialmente importante desde la popularización de las 4K), el tipo de panel o la elección entre pantalla brillo o mate.

Brillo y tasa de refresco

El brillo se mide en nits y define la intensidad de reproducción de los colores. Es decir, el comportamiento del panel expuesto a altas intensidades lumínicas. ¿Cuántas veces hemos experimentado la desagradable sensación de no ver un pimiento a causa de los reflejos en la pantalla del móvil o el portátil a pleno sol? No es por culpa de la resolución, sino del brillo, que requiere un nivel muy elevado para eludir la potencia de la luz del día. A mayor número de nits, mayor será su capacidad de emitir luz y mejor se verán las imágenes en entornos muy luminosos.

Al margen de los nits, la elección entre pantalla brillo o mate depende del uso que cada cual vaya hacer del equipo. Las brillantes, fabricadas con vidrio reflectante o polímeros, permiten obtener un grado de transparencia muy alto: las imágenes son más vivas y el contraste más intenso. La desventaja: los brillos y reflejos. Una pantalla excesivamente brillante, que cause reflejos de manera muy recurrente, puede causar problemas oftalmológicos como irritación o vista cansada. Las mate tienen un recubrimiento antideslumbrante que evita los reflejos incluso frente a la luz intensa directa. Sin embargo, los colores son más apagados y la iluminación peor.

En cuanto a la tasa o frecuencia de refresco, se trata de un parámetro relativo al número de imágenes por segundo que es capaz de mostrar el monitor. Cuantas más se generen, más rápidamente se actualiza la imagen y más suaves se deslizan las transiciones. Tal frecuencia se mide en Hz. Actualmente, 60 Hz se consideran una frecuencia estándar. No obstante existen equipos con tasas que alcanzan los 144 Hz.

Tipo de panel: pantallas de cristal líquido

Estos son los tipos de paneles LDC más comunes: los VA (alineación vertical o vertical alignment), los TN (Twisted Nematic) y los IPS (In-Plane Switching o conmutación en el plano). Los primeros ofrecen buen contraste y una excelente tasa de refresco, por eso son las preferidas para uso general. Los paneles TN, de bajo coste, son bastante antiguos y apenas se usan en la actualidad por la baja calidad de la imagen, mientras que los IPS aunque más lentos, ofrecen una potente intensidad cromática y el mejor ángulo de visión. Sin embargo, el contraste se encuentra por debajo del promedio.

Los paneles OLED

La tecnología OLED, tan venerada en las televisiones, hace tiempo que se ha extendido en el mercado de los ordenadores portátiles. ¿Por qué? Pues porque la experiencia de visualización supera ampliamente las virtudes de las LCD. Claro que el coste también es/era más elevado. Pero ya se sabe que, en el ámbito de la tecnología, lo que al principio parece inasumible se va suavizando con el tiempo. Desde el pasado 2021, las ventajas de las pantallas OLED ganan posiciones por su contraste (1.000.000:1), su brillo entre 500 y 600 nits y su capacidad para mostrar el espacio de color. Por si fuera poco, la nefasta luz azul reduce su nivel de intensidad un nada desdeñable 70%.

El primero de la lista es el último Dell, el XPS 13 (9310), cuya pantalla -una OLED de relación 16:10 con un contraste de 100.000:1-, protegida con Corning Gorilla Glass 6 y revestida con fibra de carbono, ofrece una resolución Ultra HD+ (3840 x 2400), un pico de brillo de 500 nits (con certificación DisplayHDR 400) y una cobertura del 100% del espacio de color DCI-P3. Además, los marcos apenas perceptibles permiten ganar espacio y mostrar más contenido en la parte superior. Lo que la marca denomina InfinityEdge.

El segundo lugar (por situarlo en alguna parte del ranking) lo ocupa el Realme Book Prime. La pantalla de este portátil apuesta por un panel LCD de tipo IPS con relación de aspecto 3:2 y una resolución de 2160 x 1440 puntos, acorde con sus 14 pulgadas.

Según Realme, la relación de contraste nativo es de 1500:1 y la capacidad máxima de entrega de brillo de 400 nits. Aunque no se trata de una cifra sorprendente, se desenvuelve bien en el exterior y bajo la acción directa de la luz solar. En cuanto a la resolución, es lo bastante alta para trabajar cómodamente con documentos de cálculo y texto.

De nuevo, el componente más seductor del ASUS Zenbook 14 Flip OLED es su pantalla OLED HDR NanoEdge de 14 pulgadas, frecuencia de refresco de 90 Hz, brillo máximo de 550 nits, 100% de cobertura del espacio de color DCI-P3 (una opción interesante para la creación de contenidos), relación de contraste 1 000 000:1 y tiempo de respuesta de 0,2 ms. Dos características estas últimas inherentes a la tecnología OLED.

Cierra la selección el MSI Creator Z17. Presentado en el último CES, también se alzan como la mejor baza de este nuevo portátil las especificaciones de su pantalla: IPS con resolución QHD+ (2560 x 1600 puntos), 17 pulgadas y retroiluminación miniLED. MSI no ha desvelado cuántas zonas de atenuación local independientes incorpora esta pantalla, pero posiblemente se acerque a las 240.

Respecto a la precisión con la que resuelve la colorimetría, la firma propone una cobertura del 100%.