Por qué una empresa debe medir sus riesgos reputacionales y ESG

La reputación de una empresa es un aspecto esencial, la imagen que se tenga desde la sociedad es clave de cara a su valoración, la confianza del cliente y los resultados que obtiene. Pero... ¿están las empresas suficientemente concienciadas y preparadas ante los riesgos reputacionales y ESG que pueden correr?

Cuando se habla de los principales riesgos de las empresas la mayoría de los enfoques se centran en la productividad y la rentabilidad. Pero existen muchos más factores que las compañías deben tener en cuenta, y más en este tiempo en el que la comunicación se ha vuelto aún más determinante. Hablamos de los riesgos reputacionales y ESG.

Los riesgos reputacionales no requieren mucha explicación: es el peligro de que la reputación de una marca quede dañada seriamente de cara al público; los ESG se refieren a factores concretos como los medioambientales, sociales y de gobernanza, que también afectan (y mucho) al buen nombre de una firma: pueden ir desde la contaminación que genera una empresa hasta los casos de corrupción o incluso el trabajo de menores en la cadena de suministro.

Pero, ¿están las empresas lo suficientemente concienciadas -y, por tanto, preparadas- para reducir o eliminar esos riesgos y tener una respuesta adecuada tanto organizativa como económica ante ellos? No del todo, según un estudio realizado por WTW, compañía que proporciona soluciones analíticas basadas en datos en las áreas de personas, riesgo y capital.

El informe muestra que entre la mayoría de altos directivos de las compañías existe una preocupación previa y una cierta previsión para afrontar situaciones de daño reputacional y ESG, pero no la suficiente. La encuesta realizada por la marca determina que el 82% de las empresas sólo realiza una evaluación moderada de este aspecto, y el 40% considera que sus equipos tienen sólo una ligera comprensión acerca de las consecuencias que supondría una crisis de reputación.

En cuanto a los riesgos que las empresas consideran más importantes de cara a su reputación destacan los relacionados con el maltrato a los empleados y a los clientes, seguidos por los ESG. Sin embargo, pese a que se consideran seriamente los peligros internos, según la encuesta existe poca preocupación por el que pueden causar los factores externos, como es el caso de los ciberataques.

Otras de las conclusiones que deja el estudio son que no existe demasiada preocupación por parte de los altos directivos respecto a la importancia de las redes sociales, que a menudo no se responsabiliza al consejo de administración de los riesgos reputacionales y ESG y que las organizaciones se encuentran preparadas para el impacto financiero que podría suponer una crisis reputacional... pero no se han hecho aún a la idea del coste real que generaría esta grave situación.