Las aseguradoras se vuelcan contra la exclusión de la tercera edad

Los seguros sénior: la exitosa solución del sector asegurador para dar prestaciones a los mayores de 65 años en ramos personales como salud, vida, decesos o accidentes, una tendencia al alza que quiere poner en valor el papel de la experiencia de este colectivo en la sociedad.

La edad es uno de los factores que las compañías aseguradoras tienen más en cuenta a la hora de elaborar las pólizas de cualquier tipo de seguro. De hecho, muchas de ellas rechazan contratar seguros con aquellas personas que sobrepasan los 65 años de edad, la mayoría alegan razones de riesgos. No obstante, cada vez son más las aseguradoras que muestran su compromiso con este colectivo vulnerable, y permiten concertar pólizas a mayores de 70 años, brindando servicios médicos, sanitarios, seguros de vida, de accidentes e incluso decesos. La población española envejece cada vez más. Las personas no solo viven más tiempo, sino que también trabajan más años, tal y como se ha demostrado con la ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 años. Además, la natalidad baja constantemente, provocando un problema para las aseguradoras que necesitan más años de cobertura para rentabilizar los seguros de vida y de decesos. Por otro lado, la crisis financiera también hace más probable que incluso los mayores de 65 años lleguen a esta edad con deudas o hipotecas.

Como ocurre con todas las empresas, las aseguradoras tratan de evitar el riesgo, por ello, gran parte de ellas limita sus seguros en los 65 años. En el ramo de vida, el riesgo a morir se multiplica a partir de esta edad, por lo tanto, los precios de las pólizas aumentan considerablemente e incluso muchas optan por fijar límites bajos y evitar así exponerse. Sin embargo, cada vez son más las posibilidades de contratar seguros para mayores de 65 años. Es cierto, que las opciones no son muy amplias, pero sin duda seguirán creciendo durante los próximos años, ya que se trata de una reciente necesidad que ha experimentado el mercado. Lo primero que hay que conocer sobre los seguros para sénior, es que tanto la edad límite de la cobertura del seguro como la edad máxima para contratar una nueva póliza dependen exclusivamente de las compañías aseguradoras. La oferta de aseguradoras que ofrecen seguros a partir de los 65 años es pequeña, pero se pueden encontrar pólizas rentables hasta los 70 años, e incluso hasta los 80. Por lo general, las compañías que han implementado servicios sénior suelen ofrecer coberturas hasta los 75 u 80 años.

¿Cubren los seguros de salud a la tercera edad?

La respuesta es un sí. Cuando una persona entra en la tercera edad, las compañías no lo expulsan de los seguros de salud. Una cuestión es tener seguros de salud e ir cumpliendo años, en este caso las compañías no ponen ningún tipo de impedimento. Otra cuestión es estar en la tercera edad o cerca, y querer iniciar un seguro de salud. Es aquí cuando las aseguradoras comienzan a poner límites, y muy pocas lo permiten. Los seguros de salud de la tercera edad suelen tener una serie de características. Por un lado, la prima suele ser más elevada que las convencionales, debido al mayor riesgo asociado a la edad. Además, las coberturas se adaptan a las necesidades sanitarias de este colectivo. Por ejemplo, el cuadro médico suele ocupar un mayor número de especialistas en geriatría. También se incluye asistencia y ayuda domiciliaria, resonancias, radiografías y otras pruebas frecuentes en esta edad. No obstante, algunas cirugías y hospitalizaciones están sujetadas a determinadas limitaciones.

Son muchas las compañías que contratan seguros séniors en el sector salud hasta los 75 años, como es el caso de Adeslas o DKV, entre otras. Caser, por su parte, se queda en los 69 y Asisa y Mapfre solo hasta los 65 años. Algunas compañías siguen estudiando ampliar estos límites. No se puede dar un precio definitivo de este tipo de pólizas, ya que entran en juego muchos factores que pueden dar lugar a que la prima sea más o menos elevada. Generalmente, los precios pueden ir desde los 60 hasta los 120 euros al mes.

Afortunadamente, existen varios métodos para ahorrar con un seguro médico sénior. Lo primero de todo es comprobar que la póliza contiene las garantías básicas necesarias en cada caso, de este modo, se van a evitar pagos de coberturas innecesarios. Además, son muchas las personas de la tercera edad que cuentan con grandes habilidades en tecnologías, por ello, pueden utilizar comparativas online para facilitar la búsqueda y desechar opciones que no se ajustan al presupuesto deseado. También, este intervalo de edad se puede aprovechar de los paquetes familiares y promociones.

Seguros de vida para la tercera edad

Otro seguro muy demandado por las personas de la tercera edad es el seguro de vida. Los seguros de vida son un producto asegurador que permite proteger el futuro del asegurado y sus familiares. Estas pólizas ofrecen protección económica en caso de eventualidad, como puede ser la invalidez o el fallecimiento. Su principal objetivo es garantizar a la familia y allegados la ayuda tras el suceso.

Para los mayores de 65 años, tal y como indica Elena Aranda Cerrato, directora de Vida, Ahorro y Protección de AXA España, contratar un seguro de vida supone una gran tranquilidad. “El riesgo de muerte existe y, por lo tanto, es viable asegurar un capital a los beneficiarios, que pueden ser los herederos y así facilitarle el pago del impuesto de sucesiones. Puede ser dejar un capital igual a la pensión durante unos años para que su pareja pueda seguir igual ritmo de vida, o porque fuera de su herencia quiere dejar un capital a alguien especial”, afirma.

Son muchas las aseguradoras que no permiten la contratación de seguros de vida a partir de los 65 años, esto ocurre porque tradicionalmente esta póliza ha estado ligada a la etapa activa de los asegurados. “Tiene sentido en las garantías de incapacidad, ligadas normalmente a la declaración de esta por la Seguridad Social, pero el fallecimiento debería poder asegurarse por un horizonte temporal mayor”, comenta. “Lo ideal es contratar el seguro de vida a edades jóvenes y mantenerlo, adaptándolo en cada momento a la situación económica y familiar. Los seguros de vida solo valoran el estado de salud en la fecha de efecto de la póliza, alteraciones posteriores de la salud no modifican la prima ni el contrato, por lo tanto, mejor cuando la salud es buena”.

Ocasionalmente, se tiende a pensar que no es necesario contratar un seguro de decesos si ya se cuenta con uno de vida. Ambas pólizas cubren el fallecimiento del tomador y preservan la economía familiar. No obstante, se debe tener en cuenta que existen grandes diferencias entre unas coberturas y otras. El seguro de decesos entra en juego cuando fallece el asegurado, resuelve todas las necesidades materiales y emocionales que surgen en dicho contexto. Entre las principales particularidades destacan: gastos relacionados con el funeral, trámites administrativos necesarios, gastos extraordinarios relacionados con la muerte, etc.

Cuando se trata de mayores de 65 años, la mayoría de aseguradoras ofrecen seguros de decesos a prima única. Este seguro se paga en un único recibo y el asegurado tiene la tranquilidad de dejar todos los trámites resueltos a sus seres queridos.