El seguro ahorra 37 euros a sus clientes por cada euro dedicado a investigar el fraude

    Los ramos de automóviles y de responsabilidad civil son los más propensos a presenciar intentos de fraude al seguro. Así se desprende de las estimaciones sobre impacto del fraude en el seguro dadas a conocer por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (Icea) en la jornada Lucha contra el fraude en seguros: falsedad documental y falso positivo. De acuerdo con las estimaciones del sector, casi nueve de cada 100 accidentes de tráfico con daños corporales encubren un intento de fraude. De igual forma, unos seis de cada 100 denuncias de robo de vehículos son falsas y el 2,22% de los daños materiales en coches.

    Si esta medición se realiza tomando como referencia las cuantías reclamadas en lugar del número de expedientes tramitados, el seguro del automóvil sigue en cabeza. El 11% de los importes solicitados a las aseguradoras por la sustracción de un vehículo podría tener algún componente fraudulento; al igual que hay un engaño detrás de la reclamación del 10% de las indemnizaciones por lesiones en accidentes de circulación.

    Desde un punto de vista económico destacan los intentos de fraude al seguro de responsabilidad civil. Aunque apenas el 1,76% de los percances motivados por estas pólizas esconde un fraude, el peso de las reclamaciones indebidas sobre el total es mucho mayor. En concreto, tras el 10% de los pagos solicitados por siniestros de responsabilidad civil hay una reclamación injustificada.

    De un año para otro, llama la atención de Icea y Unespa, la patronal del sector asegurador cómo ha crecido el número de intentos de fraude en el seguro de vida -del 0,76% al 1,82%, en 2021; es decir, 106 puntos básicos (pb)-, así como las cuantías reclamadas con cargo a los seguros de responsabilidad civil (186 pb) y el seguro de vida (96 pb).