Los seguros que necesita un zoológico

Si como propietario de una mascota es recomendable -cuando no obligatoria- la contratación un seguro, ¿imaginan todo lo que debe tener en cuenta el propietario de un zoológico o de un acuario?

Estar al frente de un centro de estas dimensiones conlleva una enorme responsabilidad, no sólo por la magnitud de la empresa y de las instalaciones, sino por la obligatoriedad legal y moral de brindar el mejor cuidado posible a los animales que integran el espacio y una adecuada protección a los profesionales que trabajan en él.

Por esto, un simple seguro de empresa se antoja insuficiente. Por supuesto que es necesaria la contratación de un producto que asegure la responsabilidad civil de explotación, incluyendo los riesgos a los que esté expuesto el asegurado por su condición de propietario o arrendatario: la tenencia de redes e instalaciones de agua, gas o electricidad, las operaciones profesionales que se realicen, el empleo de maquinaria, las acciones de los empleados o los daños a terceros. Y, por supuesto, los gastos de defensa y fianzas, tanto en casos judiciales como extrajudiciales.

Pero al 99,99%, si usted es propietario de un zoológico deberá suscribir un seguro multirriesgo de empresa, con numerosas cláusulas específicas y relativas a la actividad que desempeña y los riesgos y costes que ésta entraña. Así dispondrá de una amplia cobertura que pueda responder ante las múltiples situaciones que pueden darse.

Un multirriesgo competitivo debe proporcionar garantías importantes para la protección de un centro de estas características y dimensión. Especialmente algunas como la de accidentes personales, que cubra los posibles daños sufridos por el propietario o sus empleados; la ampliación de la responsabilidad civil, especialmente en lo que respecta a los accidentes de trabajo; los daños por agua, incendio, electricidad, fenómenos atmosféricos, explosiones y humo; las roturas; el robo; los gastos de salvamento, desescombro, demolición y extracción de lodos, los derivados de medidas de urgencia y transporte de bienes; los objetos desaparecidos y dañados; y cualquier riesgo que pueda conllevar daños materiales o personales y que el cliente considere relevante cubrir.

Por otro lado, habría que asegurar también al activo más importante del zoológico: los animales. Por eso es esencial la contratación de un producto específico que ampare los riesgos particulares de este tipo de empresas, cubriendo la muerte de los animales y los accidentes que estos puedan causar o sufrir (golpes de calor, asfixias, aplastamiento, ingestión de cuerpos extraños o incluso el escape), así como los riesgos propios de las instalaciones -por ejemplo, los que entraña un acuario-.