Más opciones de ahorro: llegan los planes de pensiones paneuropeos

Aunque aún no se han transpuesto a la normativa española, en junio de 2022 termina el plazo para regular estos nuevos instrumentos de ahorro voluntarios que servirán para complementar la pensión de los ciudadanos de la Unión Europea.

Los planes de pensiones paneuropeos, o PEPP, según sus siglas en inglés (pan-european pension product) tienen como objetivo complementar la pensión pública de jubilación e incentivar el ahorro privado. Este nuevo producto está regulado por el el Reglamento del Parlamento Europeo 2019/1238, de 20 de junio de 2019. Los países miembros de la Unión Europea tienen hasta junio de 2022 para su transposición a sus ordenamientos jurídicos. En el caso de España, el Ejecutivo tiene aún pendiente la trasposición del reglamento europeo de los PEPP, pero la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) ya ha confirmado que asumirá las directrices sobre presentación de informes sobre este tipo de productos de ahorro a efectos de su supervisión. Estas directrices se aplicarán a partir del próximo 22 de marzo.

En este sentido, los promotores del PEPP deberán comunicar la información cuantitativa anual como máximo 16 semanas después del cierre de su ejercicio financiero. Estos informes deberán incluir información relativa a la actividad del PEPP; su estrategia de gestión y resultados; la gestión de riesgos y técnicas de reducción del riesgo; y los aspectos relativos al marco prudencial del promotor del PEPP.

Gran potencial de crecimiento del ahorro europeo

La Comisión Europea calcula que este nuevo producto impulsará el ahorro a largo plazo, y que los activos gestionados ene l mercado de pensiones individuales de toda la UE podría triplicarse, hasta alcanzar los 2,1 billones de euros en 2030. El objetivo principal de los PEPP es ofrecer a los ahorradores más opciones y proporcionarles productos de pensiones individuales más competitivos con los que ahorrar para su jubilación, a la vez que beneficiarse de una sólida protección como consumidores.

Al igual que otros productos financieros y de ahorro, los PEPP los podrá comercializar muchas entidades financieras, compañías de seguros, gestoras de activos, bancas, empresas de inversión y determinados fondos de pensiones de empleo. Pro para poder hacerlo, deben estar inscritos en un registro central, gestionado por la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (Aespi). Tras este registro, los promotores y distribuidores de PEPP dispondrán de un pasaporte que les permitirá vender su producto paneuropeo de pensiones en diferentes países de la Unión Europea con una única inscripción de producto.

Esto permitirá a los ahorradores continuar aportando a su PEPP aunque cambien su residencia a otro país de la UE. En el caso de que su promotor de PEPP no ofrezca esta opción en el nuevo país de residencia, el ahorrador tendrá derecho a cambiar de proveedor de PEPP de forma inmediata y gratuita.

Más características de los PEPP

Los ahorradores también podrán cambiar de proveedor de PEPP aunque no cambien su país de residencia. Este podrá hacerse a los cinco años de la constitución del ahorro. Y si lo desean, podrán cambiar de proveedor otra vez transcurridos otros cinco años desde el cambio, aunque cada proveedor puede fijar esta ventana temporal en otros plazos. Además, la UE establece en el Reglamento que las comisiones y gastos por este cambio deben limitarse a los costes administrativos y no superarán el 0,5% de valor de los activos transferidos.

Estos productos de ahorro tendrán hasta seis opciones de inversión, incluida la opción por defecto, denominada “PEPP básico”. En esta opción, los promotores tienen el deber de proteger el capital de los ahorradores, a través de una garantía o mediante técnicas de reducción del riesgo. Además, los gastos y comisiones del PEPP básico no pueden superar el 1% del capital acumulado por año.

Los ahorradores en PEPP podrán cambiar de forma gratuita de opción de inversión periódicamente, tras un mínimo de cinco años a partir de la celebración del contrato de PEPP y, posteriormente, transcurridos cinco años desde la fecha del cambio de opción de inversión más reciente, aunque cada promotor puede cambiar este plazo temporal.

Al igual que otros productos de ahorro, los PEPP podrán cobrarse en forma de capital o a través de retiradas periódicas. Y cada país determinará la fiscalidad de estos nuevos productos de ahorro para complementar la jubilación. En principio, será igual a la de los productos de pensiones individuales, planes de pensiones o PPA, pero tendrá que determinarse finalmente en la transposición a la normativa española.

Una de las principales novedades de los PEPP es que los promotores y los distribuidores de PEPP deben ofrecer asesoramiento exhaustivo a sus clientes antes de contratarlos. El objetivo de la UE es que el ahorrador tenga toda la información necesaria para tomar una decisión plenamente informada y elegir el producto que mejor se ajuste a sus necesidades.

En este sentido, el ahorrador debería recibir, antes de la celebración del contrato, información clave sobre el producto a través de un documento de datos fundamentales. Y, cada año, una declaración de las prestaciones del PEPP con datos fundamentales sobre la evolución de sus ahorros. Además, la información de gastos y las comisiones debe ser transparente.