La escasez de microchips golpea a las aseguradoras de autos

Sin final a la vista de la crisis de los semicondctores, el sector se alienta con los coches de ocasión y el renting, que es la gran opción de los particulares.

En este momento, el sector de la automoción se enfrenta a dos grandes retos: la escasez mundial de chips semiconductores y el silencioso encarecimiento del transporte marítimo. Dos serios problemas que se han agravado por la pandemia, y que ya afectan a otros sectores económicos como el asegurador.

Cualquier dispositivo de última generación requiere de los semiconductores para su activación, desde un smartphone hasta una lavadora. Según el último informe del comercio mundial de semiconductores (WSTS), el mercado estima cerrar el año con una facturación de 550.876 millones de dólares, un 25,1% más que el año anterior. Además, en 2022 prevé que el mercado siga creciendo un 10,1%. Sin embargo, en el último año una serie de factores han provocado una crisis sin precedentes, poniendo en riesgo a los fabricantes de automóviles.

La pandemia ha sido la primera causa que ha originado esta crisis, en 2020 múltiples países quedaron confinados durante meses y, en consecuencia, los fabricantes de autos paralizaron sus pedidos. Cuando el sector empezó a reactivar su actividad se generaron variados “cuellos de botella”, largas colas de pedidos atrasados se juntaron con fábricas que no daban abasto. Por otro lado, la industria europea depende en un 60-70% de la producción de chips en Taiwán y China, ambas potencias durante este período han acaparado todo el stock, dejando sin existencias a la industria occidental.

En medio de este escenario de incertidumbre, desde que se levantó el confinamiento extremo en Europa el coste de transportar en barco un contenedor se ha triplicado, según datos del Drewry World Container Index. Este hecho se debe a dos factores: la cantidad de rebrotes surgidos por la variante Delta en China, y la congestión de embarcaciones que se está produciendo en Asia con destino a Europa.

Este problema también está afectando a la llegada de semiconductores. Se debe tener en cuenta que un vehículo moderno puede llegar a contener más de 1.400 chips semiconductores. Por ello, según un informe publicado por la Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos, este año se han retrasado más de 500.000 vehículos.

Esta nueva crisis ha provocado paros importantes en algunas fábricas españolas, como las de Figueruelas, Madrid, Vigo, Martorell o Almusafes. Las marcas asiáticas Toyota y KIA han sido las únicas que han sufrido en menor medida esta difícil situación, subiendo en el ranking de las marcas más compradas por los particulares, de esta forma, Seat pierde el liderazgo y pasa a tercera posición.

El efecto dominó de los semiconductores

El sector del automóvil no es el único afectado por esta crisis, como bien afirma Ricardo Carrasco, jefe de prensa de Línea Directa, los vehículos nuevos son los que suelen contar con primas más elevadas, por este motivo, cualquier retraso en la fabricación o distribución de estos autos afecta directamente a la industria del seguro. “La reducción de vehículos nuevos tiene incidencia en la demanda de seguros de coches, ya que un cambio de vehículo suele ser un momento para sondear el mercado en cuanto a precio y coberturas”, completa la explicación Francisco Olmedo, director de Movilidad de AXA.

Las aseguradoras no han podido cuantificar las pérdidas exactas que ha supuesto la crisis de los microchips a los seguros de auto, pero como expone Jaime Aguirre, subdirector general de negocio asegurador y movilidad de Mutua Madrileña, el mundo de los seguros de auto mira con preocupación los efectos que tiene esta crisis en sus partners, además encadenan la crisis Covid con un nuevo período de incertidumbre. “Confiamos en que se vayan encontrando medidas que solucionen la coyuntura actual y que la vuelta a la normalidad en la fabricación y distribución de vehículos se produzca lo antes posible” afirma Aguirre.

Alternativas para esquivar la crisis

Otro factor inquietante de esta crisis es el envejecimiento del parque automovilístico español. “Es uno de los más antiguos de Europa, lo que puede afectar a la cifra general de accidentalidad, a la frecuencia y la mortalidad en carretera, algo que debemos evitar entre todos”, expone Ricardo Carrasco, de Línea Directa. Para paliar esta problemática, el Congreso de los Diputados aprobó el pasado julio la reducción del impuesto de matriculación enmarcada en la Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal. La medida no se extenderá más allá del 31 de diciembre, pero responde a las demandas del sector que solicitaban la subida del 20% en los niveles de CO2 asociados a cada uno de los tramos del impuesto, compensando así el protocolo Worldwide Harmonised Light vehicles Test Procedure (WLTP).

Según datos analizados por Coches.com, actualmente pueden llegar a pasar de 3 a 7 meses de espera hasta la entrega de un vehículo nuevo; este hecho viene derivado de la falta de componentes. Por esta razón, los compradores que necesitan un coche de forma inmediata optan por otras alternativas como son los coches de ocasión. El mercado de ocasión se recupera del shock del Covid a un ritmo mayor que el nuevo. En 2020 este sector automovilístico creció un 15% más que el año anterior, y gracias a la reducción del impuesto de matriculación este año se han duplicado las matriculaciones.

La escasez de vehículos nuevos hace que se dispare la demanda de coches seminuevos, vendiéndose de media en menos de 25 días. Además, como informa el estudio de Coches.com, los conductores aceptan el aumento de precios, muy superiores a los habituales para este tipo de vehículos, con una media de 29.772 euros, un 12% más que hace un año. Desde la perspectiva de las aseguradoras, actualmente tienen un modelo de negocio bastante flexible, por ello, no han tenido que adaptar la oferta de seguros a este nuevo perfil de cliente. “Ahora mismo existe una oferta de seguros muy completa que cubre tanto vehículos nuevos, como vehículos de ocasión o segunda mano”, desarrolla Francisco Olmedo, director de Movilidad de AXA.

Los clientes que apuestan por un coche de ocasión se enfrentan a la compleja tarea de elegir el mejor seguro para su vehículo. Las aseguradoras saben las dudas que puede acarrear este paso, por lo tanto, como asegura Jaime Aguirre, de Mutua Madrileña, la mayoría cuentan con un servicio de asesoramiento a clientes para orientarles en la elección de la mejor propuesta, en función de sus necesidades y de las características del vehículo. “La diferenciación en la oferta no está establecida en función de si el coche es nuevo o no...depende del uso, del tipo de vehículo, de la situación del cliente. El mejor seguro de auto para un coche de segunda mano es el que mejor se adapte a las necesidades del cliente, independientemente de la antigüedad del vehículo”, aclara Aguirre.

El renting de segunda mano ha sido otro fragmento de la industria automovilística que se ha visto enriquecido por la crisis de los semiconductores. Esta modalidad de renting no es muy habitual en España, pero como ha informado la empresa de renting Swipcar, en el último año han notado un incremento del 15% en la venta de vehículos de segunda mano en esta modalidad. Como consecuencia de la crisis mundial de los microchips, la compañía lleva meses ofreciendo la posibilidad de adquirir un renting de vehículos usados, y ha comprobado que la demanda crece de forma imparable. La oferta también crece exponencialmente, llegando incluso a provocar una bajada de precio de estos vehículos, según Coches.com se ha registrado una caída del 3,5% desde marzo de 2020 al mismo mes de 2021.

Por otra parte, el perfil de cliente que accede al renting es cada vez más amplio, “está creciendo cada vez más la cuota en clientes particulares, aunque inicialmente estaba dirigido fundamentalmente a empresarios y autónomos” confirma Francisco Olmedo, de AXA. Por último, en lo que respecta a los seguros, Olmedo expone: “inicialmente es la propia compañía de renting la que ya ofrece el seguro del vehículo incluido en el contrato de renting. Con la ampliación del renting a particulares, en algunos contratos el seguro es opcional y puede contratarse por el cliente final a través de un seguro tradicional”.