Los cuidados que necesitan
las mascotas cuando llega el frío

Aunque aún estemos en otoño, el invierno climatológico ya empieza a notarse, y debemos tomar las precauciones de salud adecuadas no solo para nosotros, sino para nuestros animales de compañía si ese es el caso.

Qué cuidados especiales necesita una mascota durante el invierno? Para empezar, deberemos tener en cuenta la especie animal de la que se trate y sus necesidades particulares, y dentro de esta las características de cada raza. Por ejemplo, en el caso de los perros los pastores alemanes, san bernardos o husky soportan de maravilla el frío, mientras que los canes pequeños, como los chihuahuas, lo pasan mal. La edad del animal también es determinante, puesto que los cachorros y los ancianos son los más débiles y expuestos a las inclemencias meteorológicas. En este sentido, los consejos de un veterinario serán claves para desarrollar las pautas adecuadas.

Además hay que tener en cuenta otros dos factores fundamentales: el lugar en el que se reside y sus condiciones meteorológicas -no es lo mismo el frío invernal de Sevilla que el de Burgos- y si nuestra mascota habita en casa o en el exterior, caso en el que habrá que redoblar la precaución.

Más allá de eso, el consejo es no pasarse ni de descuidado ni de sobreprotector, adaptándose a las necesidades particulares de nuestro animal y teniendo en cuenta estos aspectos:

-Hidratación: al igual que en nuestro caso, los animales deben estar convenientemente hidratados, aunque haga frío. Así que cada día deberán tener al alcance una buena dosis de agua, no necesariamente menos que durante los meses de calor.

- Alimento: también como los humanos, el frío interior suele provocar que su cuerpo necesite más calorías que en verano, así que, siempre bien asesorados, quizás sea recomendable incrementar -sin pasarse- la dosis diaria de alimento.

- Descanso: fundamental es que puedan dormir en lugares abrigados. Si el animal pernocta en el jardín seguramente será recomendable que su espacio esté a una pequeña altura por encima del suelo, especialmente si ha nevado. Si es necesario podemos disponer mantas.

- Abrigo: dependiendo mucho del tipo de animal y de las condiciones climatológicas. Tal vez no sea necesario o tal vez en ocasiones le venga bien un abrigo, un chubasquero o calcetines para las patas si el suelo está nevado o mojado.

- Lavado (y secado): quizás podamos espaciar más los lavados en caso de que el frío sea intenso o esto no haga falta. En cualquier caso, tras cada lavado siempre habrá que procurar secar lo mejor posible al animal.