Gestionar los RRHH en la nueva era del teletrabajo

El panorama profesional ha cambiado tremendamente de un año para otro. El ecosistema laboral ha mutado casi por completo y trata de reajustarse a una nueva realidad.

Los años 2020 y 2021 están suponiendo el impulso definitivo al trabajo a distancia o teletrabajo, una modalidad que ya se ha instaurado completa o parcialmente en millones de empresas, y que ha obligado a una rápida adaptación de empleados y empleadores en busca del equilibrio entre optimizar la eficiencia, eficacia y rendimiento profesional y preservar el tiempo para el espacio personal y la vida privada de unos y otros.

Una ecuación que no resulta fácil de resolver, tanto por la premura en la adaptación a la que obliga el momento actual como por el mal proceder de algunos directivos y trabajadores. Evitar que unos abusen del tiempo laboral de sus empleados apoyados en la comunicación remota y que otros no utilicen la situación para escaparse de sus obligaciones es el objetivo. Por ello el sistema debe contribuir a que cada uno siga desarrollando eficazmente su labor aprovechando las grandes ventajas que permite el trabajo a distancia.

¿De qué manera? No es sencillo, pero podemos apuntar algunas claves respecto a la gestión de los recursos humanos en este nuevo escenario:

- Preocuparse de que los empleados dispongan de un espacio adecuado para trabajar y los medios ideales para ello. Y no sólo respecto al ordenador, móvil o tableta con los que laboren y a la calidad y rapidez de su conexión, sino a los programas informáticos genéricos y específicos de su puesto y al resto del material necesario.

- Usar un eficiente programa de gestión que facilite la parte administrativa: horarios, calendarios, nóminas, informes y resto de documentación.

- Clarificar lo más posible cuáles son los objetivos diarios, semanales, mensuales y anuales, cuál es el trabajo a realizar y qué metas se persiguen individual y colectivamente. Cuantificar y detallar la labor y los horarios en los que se ejercerá, respetándolos escrupulosamente salvo emergencia.

- Efectuar un trabajo de formación para la plantilla que ayude a esta en su integración, y adaptación a los cambios realizados mejorando su eficiencia, involucrándola e incentivando su actitud.

- Procurar cuidar la coordinación entre las personas y sectores que forman parte de la compañía, fomentando el trabajo en equipo mientras se respeta y confía en la autonomía y responsabilidad de cada empleado siempre que este cumpla con la función que se le demanda.

- Cuidar la comunicación, con reuniones diarias si es preciso -o cuando menos semanales- escuchando las sugerencias de los trabajadores respecto a su situación personal y el funcionamiento de la empresa, tratando de estar disponible para ellos cuando precisen y siendo receptivo a las ideas que aporten.