Construir sueños gota a gota
Espacios diseñados para ser vividos. Universos para ser apreciados. Creaciones para ser compartidas. A fin de cuentas, son sueños y deseos que nos dan la posibilidad de unir arquitectura, coñac y whisky.
ARK Architects se alía con Louis XIII para crear experiencias vivenciales. Hasta aquí, la noticia es simple y un tanto curiosa. ¿Arquitectura y coñac? Y es que este estudio internacional de arquitectura se encarga de edificar una atmósfera especial, un contexto ideal, creando villas exclusivas en lugares que quitan la respiración.
Pero, por dentro, en el corazón mismo de los espacios, los arquitectos construyen una especie de altar, el tributo a una de las bebidas históricas más emblemáticas, sofisticadas y espectaculares. Entre las mejores botellas de la bodega, se alza el homenaje al tiempo y la sabiduría embotellada del Louis XIII. Entre botellas, el decantador de cristal diseñado artesanalmente, curioso, altivo, original, lleno de matices.
Pero estamos hablando de experiencias, no de eau-de-vie y ladrillos. De un mundo aparte dentro del mundo propio. Porque una vez que un coñac Louis XIII se instala en su villa ya nada es como antes. Empieza a formar parte de un universo de catas exclusivas, presentaciones privadísimas, ediciones limitadas y la sensación de que el espacio de su hogar es mucho más grande que lo que plantearon ARK en los planos.
La dimensión que no se veía en los bocetos y maquetas es la de tener una puerta secreta al mundo de Louis XIII y sus sabores, que nacen más de cien años antes de servirse en la copa. Bueno, para ser más precisos, este destilado se mide por centilitros (a partir de 80 euros cada uno) y la maison recomienda degustar, al menos, tres para apreciar todo su sabor. La importancia de los detalles mínimos, que le dan aún más sentido al todo. La que también aplica a la visión de ARK Architects.
Más sueños que se construyen gota a gota
Y como ya está cerca el día del padre y tal vez no nos dé tiempo para darle forma a esos universos tan aspiracionales, podemos erigir nuestro propio blended a partir del pack exclusivo de Chivas Regal.
Un estuche alquímico de cinco botellas de whisky para diseñar un blend único y personal. Un poco de matices florales por aquí, otro poco de giros cítricos por allí, y la conversación que va por caminos inesperados.
Ahí es cuando uno suma unas gotas de la botella que aporta unos tonos florales a la creación y cambia totalmente el resultado. Es el momento de los toques ahumados o los sabores afrutados que llegan y la experiencia se abre, se expande, se transforma y siempre es sorprendente.
Jugar a ser blender master en su propio terreno. Creador de sabores y sensaciones que se construyen gota a gota, como los sueños.