Yoga y meditación, mucho más que modas pasajeras

Meditar alivia el estrés, pero no se consigue con una práctica puntual. Antes de nada hay que decir que no se trata de mantener la mente en blanco ni de flotar sobre una nube de algodón al margen de la realidad

Muy al contrario, la meditación consiste en anclarse al momento presente sin agarrarse a los pensamientos o a las tensiones diarias. Es un arte basado en el desarrollo de las cualidades humanas y la capacidad de modificar la percepción de la experiencia individual. Requiere disciplina y entrenamiento. Muchas personas recurren a meditaciones guiadas que, además, proponen ideas para crear ambientes adecuados. La elección del espacio y cómo construirlo es muy personal, pues se trata del lugar donde conseguir una concentración espiritual muy intensa. Se recomienda buscar un rincón tranquilo, limpio, bien ventilado, decorado con colores suaves y materiales naturales. Hay quienes optan por la música relajante, cuencos tibetanos o sonidos de la naturaleza e incorporar una iluminación tenue o velas aromáticas.

Hacerse con un cojín de meditación (o zafu) es aconsejable para mantener la postura adecuada sin estar pensando en ello. Existen de diferentes formas y suelen estar rellenos de semillas, cáscaras de espelta o materiales de cultivo orgánico. Tienen una altura de entre 15 y 20 cm para mantener las caderas elevadas. La meditación es, además, uno de los pilares de la práctica de yoga. Esta disciplina milenaria también reduce el estrés, fortalece huesos y músculos y retrasa el envejecimiento. Al igual que la meditación, requiere práctica y concentración. Escuchar al propio cuerpo es el primer paso para transitar hacia el sosiego mental y una actitud positiva tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás, al entorno y las circunstancias.

El yoga no sólo consiste en entrenar el cuerpo, es el arte de calmar el sistema nervioso y equilibrar el trío cuerpo-mente-alma. Este es precisamente el fin último de un camino de evolución personal centrado en la empatía, la gestión de las emociones y la paz. Para iniciar este viaje interior es recomendable una práctica tranquila como la que propone el hatha, el restaurativo y el yin yoga. El yoga dinámico o vinyasa ayuda a desintoxicar el organismo, ganar fuerza y flexibilidad, mejorar la postura corporal y el sistema inmunológico. Incluso perder peso.

El único objeto imprescindible es la esterilla de yoga (mat). A la hora de elegirla hay que tener en cuenta el grosor (4-5 mm se considera el estándar). Los yoguis expertos aconsejan los materiales antideslizantes y evitar las de espuma. El PVC y el eco-PVC son los más convencionales. Los incondicionales de los productos naturales prefieren el caucho o materias ecológicas como bambú, corcho, yute o lino.