Purificadores de aire: hogares a prueba de Covid, alérgenos y contaminantes

Han sido los protagonistas de los regalos tecnológicos en Navidad. Si aún no conoce sus ventajas, le presentamos las mejores opciones para liberar su hogar y lugar de trabajo de virus, bacterias, alérgenos y demás ‘fauna’ contaminante. ¿Ha oído hablar de los filtros HEPA?

Vivir en un hogar ventilado, libre de impurezas y a prueba de ácaros y demás partículas nocivas para salud se ha convertido, en estos tiempos de Covid, en requisito fundamental para minimizar los riesgos de contagio dentro de casa. Si hace apenas un año los purificadores de aire eran más un capricho o una necesidad vinculada a las personas con alergias o dificultades respiratorias, actualmente forman parte de los electrodomésticos más demandados en la mayoría de los hogares.

Ahora que el invierno arrecia y mantener las ventanas abiertas de manera constante resulta bastante desagradable, parece que las ventas de estos aparatos se han disparado considerablemente, sobre todo durante las pasadas navidades trastocadas por el virus. Así se desprende de los análisis de gigantes como Amazon o grandes superficies tipo Mediamarkt.

¿Cómo funciona un purificador de aire?

Sin entrar en honduras excesivamente técnicas y complejas, estos dispositivos atrapan, a través de un ventilador, olores y todos aquellos elementos microscópicos que pululan por ambiente (polen, ácaros, polvo, humo de tabaco, virus...) reteniéndolos en su interior. Una vez atraviesan su sistema de filtrado, regresan a la habitación el aire purificado.

¿Qué debe tener en cuenta a la hora de elegirlo?

En primer lugar hay que buscar un aparato que garantice la correcta circulación del aire en el interior y para ello son esenciales los filtros de micropartículas. Los más aconsejables son los que disponen de filtros con certificación HEPA (High Efficiency Particulate Air, en inglés) ya que se caracterizan por su gran capacidad de filtrado: el 99% de las partículas nocivas de tamaño inferior 0,3 micras que flotan en el ambiente, incluidos los aerosoles del Covid.

También es importante que el purificador cuente con un sensor capaz de monitorizar el grado de contaminación del aire. De esta forma el aparato actuará con mayor precisión y dinamismo. Así como la potencia y la tasa de aire limpio suministradas: la capacidad de retención del filtro es básica, pues determina la calidad del aire que saldrá a la habitación. Obviamente, el precio no deja de ser un factor determinante a la hora de tomar una decisión de compra de uno de estos aparatos. Al igual que el diseño y el tamaño de la estancia (en metros cúbicos) que se vaya a purificar. Por ello, entre la infinidad de dispositivos de este tipo que circulan ahora mismo por el mercado, hemos encontrado algunos de los que mejor combinan estas características.

Por aclamación popular, encabeza la lista el purificador de aire Dyson Pure Humidify+Cool. Se trata de un dispositivo Premium, con filtro HEPA de microfibra capaz de capturar partículas de hasta 0,1 micras, y otro de carbón activado que captura gases como el benzeno y el NO2. Se presenta como ventilador, purificador y humidificador al mismo tiempo.

Su diseño contundente, futurista e indiscreto no pasa desapercibido en ninguna estancia. No obstante, sus prestaciones y tecnología superan con creces los inconvenientes estéticos. Pure Humidify+ Cool funciona con agua mediante un sistema de humidificación higiénica y un filtro de luz ultravioleta situado entre el depósito de agua y el evaporador que elimina el 99,9% de las bacterias del agua. Según Dyson, a máxima potencia desplaza un flujo de aire de hasta 350 litros por segundo, purificando habitaciones de hasta 50 metros cuadrados.

Dispone de un sistema combinado de nueve filtros de microfibra de borosilicato y carbono activo que capturan el 99,95% de los contaminantes microscópicos de hasta 0,1 micras, detectan compuestos orgánicos volátiles, además de medir la humedad relativa y la temperatura ambiental.

La propuesta de Rowenta

El Pure Air Genius Connect de Rowenta cuenta con un sistema de filtración de cuatro niveles: un filtro básico para polvo y cabello; otro de carbón activo para humo, olores y COV; un filtro antialergias que neutraliza alérgenos animales, polen, ácaros, moho, bacterias y virus; y el llamado NanoCaptur + contra el formaldehído procedente de la madera y otros materiales aislantes presentes en casi todos los hogares. Rowenta asegura una capacidad de filtrado de hasta el 100%, incluidos alérgenos, con la misma velocidad de filtración, y destruye de forma definitiva el formaldehído. Su sistema inteligente mide la calidad del aire y ajusta automáticamente la velocidad de filtración.

Las especificaciones técnicas del Xiaomi Mi Air Purifier 3H lo convierten igualmente en un excelente candidato. Para empezar, dispone de un modo de funcionamiento automático que permite adecuar la capacidad de filtrado en función del nivel de contaminación. Cuenta con un filtro HEPA homologado que captura partículas minúsculas (inferiores incluso a las mencionadas de 0,3 micras), virus y nanobacterias muy parecido a los filtros que se emplean en los aviones u hospitales.

Según asegura el fabricante, el dispositivo puede retener el 99,97% de las partículas suspendidas en el aire y tiene una capacidad de procesar 380 m³ de aire en una hora. El filtro interno de carbón activado absorbe también el formaldehído. Xiaomi garantiza el procesamiento de 6.330 litros de aire por minuto a máxima potencia. Funciona tanto a través de la aplicación Mi Home de Xiaomi -disponible para Android e iOS- como de la pantalla OLED ubicada en el frontal superior del aparato.

El purificador Winix Zero, superventas de Amazon el pasado mes de diciembre, se presenta con un 99,97% de efectividad en captura de partículas gracias a su filtro True HEPA y su tecnología Winix PlasmaWave sin ozono. Su tasa de suministro de aire puro alcanza los 390m³/h a través de un sistema de filtración de cuatro escalas: virus, bacterias, alérgenos, polvo fino (PM2.5), pelo de mascotas, humo de cigarrillos, moho, COV y olores domésticos.