Cómo afecta la subida del impuesto de matriculación en España en 2021
El nuevo año ha traído consigo un cambio en la normativa con respecto al impuesto de matriculación en España. A partir de ahora se regirá por el ciclo Wltp, con cuatro tramos impositivos en función de la contaminación que genere cada vehículo nuevo. La medida no ha dejado a casi nadie indiferente.
El coronavirus, gran protagonista a nuestro pesar de este funesto 2020, ha minado no solo la salud de las personas sino también la del tejido empresarial, golpeado duramente y con serios problemas en prácticamente cualquier entorno profesional. Todos estamos conectados, y al producirse un impacto sanitario y económico de esta magnitud la crisis económica de unos sectores incide directa o indirectamente en la de otros. Las apreturas económicas de los particulares han incidido directamente en una contundente caída en la venta de vehículos a motor, lo que a su vez ha influido en el notable descenso de la producción; en noviembre, el número de vehículos producidos se había reducido en un 21,7% con respecto al año anterior.
La complicada situación del sector automovilístico corre, en opinión de sus principales entidades representantes, todavía más peligro a causa de la entrada en vigor (el pasado 1 de enero lo hizo) de la subida del impuesto de matriculación, que está en funcionamiento tras la moratoria aprobada en 2018 que había conseguido aplazar la medida un par de años. Entonces, la presión de los fabricantes sirvió para postergar una normativa que a pesar de las voces críticas ya rige en España. Explicamos más ampliamente en qué consiste esta medida aprobada por el poder ejecutivo; se trata en realidad de un nuevo sistema de cálculo del impuesto de matriculación, en base a las emisiones de dióxido de carbono de cada vehículo. Su objetivo es incentivar la compra de los vehículos menos polucionantes mediante una fuerte carga económica a los más contaminantes. Con esta medida salen ganando los eléctricos e incluso los híbridos y perdiendo los que utilizan gasolina o diésel.
El impuesto de matriculación se calcula desde ahora teniendo en cuenta las homologaciones bajo el ciclo Wltp y no el Nedc, con el objetivo de que los datos obtenidos resulten más certeros. El procedimiento mundial de test armonizado para vehículos ligeros, es un protocolo internacional que tiene la finalidad de determinar los consumos y emisiones de cada vehículo para su posterior homologación. La UE ha decidido que sustituya al nuevo ciclo de conducción europea, por considerarlo más completo y preciso.
La ley establece ahora para cada vehículo cuatro tramos impositivos, que determinarán cuánto deberá pagarse por cada impuesto de matriculación con respecto a la base imponible del vehículo: un 0% más para los que propaguen emisiones menores o iguales a 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro; un 4,75% más para los vehículos con emisiones de CO2 entre 121 y 159 g/km; un 9,75% más para los que emitan entre 160 y 199 g/km; y un 14,75% para los que igualen o superen los 200 g/km.
Preocupación en el sector
Esta nueva normativa no ha dejado muy contentos a los principales representantes del sector, que coinciden en su análisis de la situación. Consideran que tendrá un impacto negativo en la recuperación del sector y envejecerá más el parque automovilístico, mientras denuncian que los responsables políticos han hecho caso omiso a sus propuestas de solución.
Desde Ganvam (Grupo Autónomo Nacional de Vendedores de Automóviles, Camiones y Motocicletas) se instaba a los consumidores a comprar vehículos antes de que finalizase el 2020 para no verse afectados por la medida; tanto en Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones) como en Sernauto, Asociación Española de Proveedores de Automoción, reconocen estar preocupados por la subida del impuesto de matriculación teniendo en cuenta el panorama que espera al sector profesional en este año que ahora arranca.
En Faconauto (patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas y de maquinaria agrícola en el mercado español) opinan que el aumento de la tasa “es un problema añadido y dificultará la reactivación del mercado, que va a ser ahora mismo el principal objetivo”. Y al Race tampoco le ha gustado la noticia, resaltando que desincentiva la compra, frena la renovación del parque automovilístico en el país y no va a mejorar la seguridad vial.
Pero, como nunca llueve a gusto de todos, a buen seguro que la norma no habrá sentado tan mal a los fabricantes de coches eléctricos e híbridos, pues sienten que puede suponer un paso más para la implantación definitiva en el mercado de estos vehículos menos contaminantes. Desde Aedive, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, siempre se ha apostado y apoyado la modificación del impuesto de matriculación y se ha incidido en la necesaria renovación del sistema de propulsión de los vehículos por otro más limpio y menos perjudicial para el medio ambiente.
Como siempre, el futuro nos dará la respuesta a muchos interrogantes. ¿La nueva norma perjudicará la compra de vehículos de manera global o incentivará la adquisición de los menos contaminantes? ¿Provocará una renovación del parque automovilístico o la retrasará? ¿En qué manera beneficiará o perjudicará a los distintos actores? Veremos qué sucede finalmente, pero de lo que sí estamos seguros es que seguirá dando que hablar y su impacto tendrá una gran incidencia en el mercado.