Cómo internacionalizar una pyme

Quien está al frente de una pyme puede tal vez trabajar para consolidarse y quedarse como está o plantearse dar un paso valiente y que puede ofrecer fantásticos beneficios y significar un gran salto de calidad para la compañía.

Pero... ¿cómo llevar a cabo el proceso de internacionalización de una empresa pequeña o mediana? No negaremos que es un proceso complejo y laborioso, pero también puede resultar tan viable como productivo, especialmente si se siguen una serie de pautas que ayudarán en la tarea. La consultora española Twci (Two Worlds Collaborative Inteligence) apunta varias claves para llevar a cabo esa transformación enfocada al crecimiento y la expansión.

Una de ellas pasa por la recopilación de información, y más en un escenario en el que los datos cada vez suponen un mayor poder. Se debe conocer el contexto social, económico y cultural del país en el que se quiera realizar la ampliación, así como dos factores ahora mismo cruciales como el sanitario y el medioambiental. El estudio concienzudo de los análisis de riesgo y su interpretación correcta, así como el apoyo de un eficiente servicio de consultoría, pueden ayudar a decidir si es aconsejable o no el desarrollo de la empresa en un determinado territorio.

En este proceso de recopilación de datos habrá que tener en cuenta que no todo lo podremos conseguir en internet, aunque resulte la manera más sencilla de acceder a información -y, por desgracia, a desinformación-. Deberemos conocer los trámites legales a los que obliga la normativa del país, los organismos públicos que se ocupen de organizar la actividad empresarial, la competencia que podríamos tener en el lugar de destino, etc. Casi cualquier dato es susceptible de sernos de utilidad, por lo que no deberemos dejarnos nada en el tintero.

La inteligencia colaborativa es otro elemento clave. Hay que poner el foco en un análisis estratégico que nos ayude a tejer una red de aliados, reforzar la competitividad y rentabilidad de nuestra firma y enfocar cuáles son nuestros objetivos. Una colaboración eficaz y organizada puede permitir alcanzar metas que a priori parezcan lejanas, sin siquiera tener que pagar el peaje de realizar un enorme desembolso. A veces la empatía y el ingenio pueden llevar a donde las posibilidades económicas no alcancen.

Por último, hay que planificar correctamente tanto la llegada, la implantación de nuestra firma en un país extranjero, como la salida en el caso de que las cosas no saliesen como lo hubiéramos planeado. Hay que tener un plan tanto en el aterrizaje de la firma como ante futuras situaciones de éxito, de estancamiento o de necesario retorno. No utilizaremos la palabra fracaso, pues una huida a tiempo también puede ser una victoria.