Pablo Raijenstein, mentalista ‘sui generis’: “Me fascina cómo una máquina puede imitar las funciones cognitivas de los humanos”

El mentalista ‘sui generis’ que se cuela en empresas como Pinterest o Google para revolucionar la manera en que piensan sus empleados. Realiza grandes espectáculos de mentalismo en la Gran Vía, pero también escoge localizaciones como el Museo Cerralbo, el Museo de Coches Clásicos o el Museo de Ciencias Naturales.

Pablo Raijenstein es diplomado en psicografología, especializado en hipnosis colectiva, el lenguaje no verbal y la comunicación eficaz. Muchas empresas acuden a él para que imparta talleres donde desgrana las técnicas de persuasión y seducción del mentalismo aplicado a negociación ejecutiva.

¿Se puede hacer mentalismo en el trabajo? ¿Cuáles serían los beneficios?

Escojo siempre localizaciones inusuales porque estoy acostumbrado a trabajar con historias reales y me gusta elegir espacios bellos que potencien esto. El mentalismo es una profesión en muchos casos abstracta. Está ligada al ilusionismo y la magia. Yo me centré en la comunicación creativa, artística e interpersonal. Lo aplico cuando trabajo en el escenario y fuera de él. Cómo gestionar la atención, saber sacar todo el partido a tu forma de expresión. Que llegue el mensaje que deseas transmitir de forma clara. Esto es muy importante en todo tipo de trabajos.

Ha sido el primer mentalista en realizar un espectáculo ‘online’ en España y actuar de forma virtual en Silicon Valley para Pinterest. ¿Cómo funciona su dinámica en ‘streaming’?

Se dio de manera muy orgánica. Cuando comenzó el confinamiento, -igual que muchas personas creativas- comencé a hacer directos en Instagram. La ginebra Hendrick’s Gin, con la que trabajo habitualmente en sus campañas de promoción, esponsorizó varios de mis videos en esta red.

En mis directos, empecé a desarrollar técnicas de mentalismo a distancia y totalmente interactivas. Como funcionaban muy bien, en seguida di el paso a crear un espectáculo enteramente virtual de mentalismo en directo, con interacción del público y en una plataforma de streaming con venta de entradas. Se vendieron cientos de entradas en las primeras semanas.

Posteriormente, Pinterest, se puso en contacto conmigo para su convención anual, ya que querían una experiencia que fuese interactiva, divertida y que conectase en la distancia a todos los participantes. A raíz de esto, también Google me contactó para su convención anual y, después, diversas empresas españolas y francesas.

Es diplomado en psicografología, está especializado en hipnosis colectiva, el lenguaje no verbal y la comunicación eficaz. ¿De qué maneras su conocimiento puede transformar a las personas?

Conocerse a uno mismo hace que se pueda conocer mejor a los demás. El arte puede transformar. A veces no somos conscientes de cómo nos comunicamos y tomar consciencia de esto hace que podamos transformarnos, haciendo que seamos más certeros con lo que proyectamos y que, a la vez, podamos entender a los demás claramente.

Santiago Ramón y Cajal estuvo fascinado por el alcance que podía tener la hipnosis, de hecho, la utilizó con su mujer durante sus últimos partos... Así que hay una evidencia médica de su poder... Existe el hipnotismo para el entorno laboral, ¿es realmente eficaz contra el estrés o para potenciar el rendimiento?

Tanto la hipnosis como cualquier técnica que sirva para modificar hábitos de conducta poco prácticos, modificar tu estado y acceder a tu mente consciente y subconsciente; creo que son una buena herramienta para potenciar el rendimiento. Pero para liberar estrés, recomendaría acudir a mi nuevo espectáculo, donde la gente puede reír, gritar y volver a creer en la magia (risas).

Además de sus espectáculos presenciales y virtuales, trabaja como embajador para marcas y empresas reconocidas. ¿Qué puede aportar un mentalista como embajador o ‘influencer’ de una marca?

Me he especializado en dotar de un valor que perdure en el recuerdo, en acciones de comunicación a la prensa. Que el público que acude a una presentación se sienta protagonista. Aporto mi creatividad y una sensibilidad que conecta muy bien con las personas ávidas de emociones diferentes e innovadoras.

En sus espectáculos parece que puede leer mentes. Es una habilidad que todos, alguna vez, hemos deseado dominar en el entorno laboral... ¿En qué pensamos cuando estamos trabajando? ¿Hay algún ‘antídoto’ para no ser tan evidentes?

La clave está en saber, muchas veces, en qué prestar atención y en qué no es tan necesario prestar atención. Saber qué potenciar si quieres comunicar y saber dónde mirar o escuchar si quieres obtener información. Hay diversos estudios que muestran cómo la atención en seres humanos se ha ido reduciendo en esta última década de 15 a 12 segundos (en el año 2015), después a ocho y, finalmente, a cinco segundos en 2019.

Actualmente, si a una persona joven se le da un teléfono inteligente y accede a una red social, nos daremos cuenta que en la acción de hacer scroll apenas tardará unas milésimas de segundo en detectar si una publicación le interesa o no. Estos son los temas que toco en mis talleres para empresas.

¿De qué tratan las dinámicas que realiza en las empresas? ¿Llega y cambia la manera de pensar y de actuar de los empleados?

En mis talleres de mentalismo brindo mis conocimientos y experiencia profesional aplicados a la empresa. Desarrollo el lenguaje corporal y no verbal, profundizo en la sugestión, qué nos sugestiona en la vida cotidiana y las reglas heurísticas para la solución creativa de problemas. Estos nuevos enfoques hacen que las personas puedan adquirir un conocimiento valioso profesional.

En una negociación, ¿cómo podemos saber cómo está pensando el otro? ¿Podemos ‘leer’ sus gestos para entender cuál será la próxima maniobra?

Cada gesto en un interlocutor es como una palabra y esa palabra, según el contexto, puede tener diversos significados. Por eso, lo idóneo es interpretar el conjunto. Por ejemplo, hay posturas que pueden parecer cerradas, como piernas o brazos cruzados, pero eso también se puede deber a un día frío. Yo suelo prestar atención a la coherencia que puede existir entre el mensaje verbal y el lenguaje no verbal que aprecio.

¿En la mente de qué persona le gustaría entrar?

Te diría que más que en la mente de una persona, me gustaría entrar en la mente de la máquina o de un bot. Me apasiona mucho la inteligencia artificial. Me fascina cómo se pueden combinar algoritmos, cómo trabajan y cómo una máquina puede imitar las funciones cognitivas de los humanos.

¿Cuáles son sus límites éticos cuando trabaja con las personas?

Pues mis límites éticos se delimitan igual que el resto de personas con un mínimo de responsabilidad, realmente. Cualquier persona que conduzca un coche, cualquier persona que trabaje con otras personas creo que tiene una responsabilidad y empatía. Saber qué puede ser peligroso o hacer daño... Y qué no hace daño. Mis límites son los de cualquiera que puede trabajar con la sensibilidad, en este caso.

¿Dónde podemos encontrarle?

En mi nuevo espectáculo en el Museo de Cera de Madrid, una vez que cierra el horario diurno, se abre mi sesión de mentalismo para grupos reducidos. La experiencia gira en torno al origen de los museos de cera. Aunque no es una historia conocida, este tipo de museos surgen en la Revolución Francesa, cuando se realizaban bustos en cera de las personalidades que eran guillotinadas. Luego eran expuestos para que el pueblo pudiese contemplarlos por más tiempo. Este origen inquietante es uno de los componentes de la experiencia histórica que propongo donde, una vez más, el lugar se convierte en un personaje al igual que los asistentes que son también protagonistas. Los pases son los jueves, viernes, sábados y domingos a las 19:30 horas.