Las nuevas habilidades de los directivos para tener éxito en 2021

El gestor del siglo XXI debe desarrollar numerosas capacidades para ser lo más eficiente posible en este entorno profesional cambiante e inmerso en una realidad cada vez más digital

El mundo profesional ha alcanzado una nueva dimensión en casi todos los sectores en los últimos años, y eso teniendo en cuenta que esta locura con tantas lecturas positivas como negativas, pero intensamente revolucionaria no ha hecho nada más que empezar.

Los capitanes del barco -o más bien de la nave espacial-, los altos directivos de las empresas, deben ser capaces de adaptarse a una época en la que todo corre el riesgo de quedarse obsoleto en un parpadeo. Y por eso tienen que desarrollar ciertas habilidades, más allá de las clásicas, que les permitan estar al día del funcionamiento de su empresa y su entorno, con el fin de implementar su productividad y exprimir las nuevas opciones tanto de comunicación como de gestión y negocio que se presentan ante sus ojos.

La escuela de negocios The Valley destaca algunas capacidades imprescindibles como responsable o alto cargo de cualquier compañía moderna, que aquí sintetizamos:

- Manejo de las nuevas tecnologías: imprescindible entre lo imprescindible; un directivo que no esté el día -o al segundo- del entorno digital y sepa aprovecharlo para sacarle partido a su empresa con la máxima rapidez y eficiencia lo va a tener muy complicado. Eso incluye el dominio de innovadoras metodologías de trabajo, con el fin de anticiparse a los constantes cambios y ser capaz de adaptarse a ellos de la mejor manera.

- Mente analítica y objetiva. El acceso al Big Data debe servir como apoyo para que el alto cargo tome decisiones analíticas y objetivas, basadas en la frialdad y contundencia de los datos que recibe y en su correcta interpretación. Un gestor ha de basar sus decisiones en los resultados obtenidos y por lograr.

- Liderar más allá de mandar: dar órdenes es relativamente sencillo. Más complicado es liderar correctamente, sabiendo guiar y motivar a los empleados y siendo capaz de coordinar de la mejor manera el trabajo en equipo -en muchos casos ahora en remoto- para llevarlo a su máximo potencial.

- Abrirse a los nuevos modelos de negocio: el jefe del siglo XXI tiene también que estar al tanto de las nuevas modalidades de negocio, pues prácticamente a cada segundo se abre -y se cierra- una nueva vía u oportunidad.

-Desarrollo de soft skills: cada día más valoradas y demandadas, habilidades que antes se minusvaloraban como empatía, creatividad, capacidad motivacional o resiliencia son ahora esenciales para un buen gestor. Ni qué decir tiene de la capacidad de organización y gestión del tiempo propio... y del de las personas al cargo.