¿Cómo se aseguran los animales de granjas y ganaderías?

Solemos dedicar esta sección a los animales domésticos, pero hoy vamos a cambiar el foco centrándonos en todos aquellos que son habituales en negocios rurales como es el caso de las granjas o las ganaderías

Las granjas y las ganaderías son colectivos que aprovechan, directamente o como proveedores, los recursos de decenas, centenas y hasta miles de seres vivos. Como es lógico deben estar cubiertos por un seguro que les cubra ante los numerosos riesgos a los que se exponen y la cantidad de dinero que está en juego, incluso en el caso de las pequeñas empresas o negocios familiares.

¿De qué manera se aseguran? Contratando un seguro específico para explotaciones agrícolas y/o ganaderas, que se encargue de asegurar, más allá de los medios materiales -edificaciones, maquinaria, viviendas, herramientas, vehículos, maquinaria agrícola, comida y cualquier otra existencia-, a los animales que forman parte de ella. Hay que considerar que están expuestos a numerosas situaciones que les ponen en peligro y pueden afectar al negocio del empresario rural.

En España contamos con un sistema mixto, sustentado por el ente público y el privado: las compañías se integran en Agroseguro, que es la entidad que lo gestiona, mientras que el organismo público Enesa vela por el cumplimiento de la legislación.

Un seguro agropecuario completo debe hacerse cargo de decenas de situaciones que ponen en peligro a los animales y cubrir los daños a las especies: hablamos de los riesgos climáticos básicos -golpes de calor, heladas-; de fenómenos naturales como inundaciones, rayos, nevadas o pedrisco; y de otros riesgos como incendios y fallos eléctricos.

Por supuesto, un producto competitivo del ramo tiene que hacerse cargo de la grave situación que generan las cada vez más frecuentes enfermedades animales, teniendo en cuenta numerosos aspectos: desde el coste por el sacrificio -en el supuesto de que fuese obligatorio- y la muerte de los seres vivos hasta la pérdida de beneficios en caso de que estos no pudieran producir temporal o definitivamente. También puede amparar otras posibilidades, como el fallecimiento a causa de un escenario de pánico ante un peligro externo que provoque un agrupamiento o avalancha y los daños provocados por otro tipo de accidentes; e incluso el robo del ganado o de los animales de la granja.

Como toda rama del sector en la actualidad existe una gran flexibilidad para los productos de este tipo, dependiendo de la cantidad y el tipo de seres vivos con que cuente la explotación y las circunstancias particulares de cada negocio. Gracias a ello, el ganadero o agricultor puede encontrar un seguro lo más personalizado posible que se adapte de la mejor manera a su proyecto e intereses.