¿Qué tienen de especial los seguros para los profesionales autónomos?

Quizás a simple vista parezca que los seguros para autónomos no resultan muy diferentes a otros. Estos productos ofrecen numerosas coberturas que no sólo para proteger al tomador del seguro

Eautónomo debe ser consciente de que contratar un producto a su medida le supondrá un coste obviamente superior al de un seguro estándar, pero que es un peaje necesario para disponer de una mayor tranquilidad ante los numerosos imprevistos y peligros a los que se expone en su desempeño empresarial. Cuenta, además, con la tranquilidad de que la mayoría de los seguros destinados a su colectivo son de contratación opcional, por lo que tiene en su mano establecer con calma cuáles son sus prioridades y sus principales riesgos antes de decidirse por uno u otro (u otros).

Por otro lado, el emprendedor tiene muchas opciones en forma de seguro, desde el producto estándar para autónomos hasta cualquier seguro a medida que incluya contingencias tan variadas como fallecimiento, invalidez, jubilación, accidente, asistencia sanitaria, indemnización por baja laboral, necesidad de defensa legal o de cobertura a vehículos de empresa y un largo etcétera.

Es cierto que el reciente aumento del precio de la cuota de autónomo ha posibilitado que algunos aspectos que antes no se protegían, como la baja por enfermedad profesional, ahora se cubran por parte de la seguridad social; pero también lo es que las prestaciones a las que los autónomos pueden acceder en muchas ocasiones son insuficientes. Y esa es la principal razón de que la mayoría de los trabajadores por cuenta propia se decida a contratar uno o varios seguros específicos para su colectivo.

Opciones hay muchas en el mercado. A saber: el seguro de baja laboral, que ayuda a minimizar la falta de ingresos en el negocio a causa de un accidente, una enfermedad prolongada en el tiempo, una operación quirúrgica o una situación de paternidad; el de jubilación, que garantiza al tomador más seguridad económica de cara al futuro mediante aportaciones complementarias de dinero a los planes de pensiones; el de RC, de contratación obligatoria para muchos profesionales, que ampara la responsabilidad que implica el ejercicio de determinadas profesiones hacia terceros; el multirriesgos, que puede cubrir situaciones como incendio, inundación, explosión y robo; el de salud, que le brinda un complemento a la atención sanitaria del sistema público permitiendo una asistencia más personalizada y rápida, ampliando en gran medida el número de profesionales y medios a su disposición; y otros muchos productos como el de accidentes para trabajadores, el de vida, el de invalidez, el de vehículos o el de defensa legal.