La fotografía protagoniza el otoño cultural en Madrid

Dos fotógrafos, dos exposiciones acaparan el interés de la nueva temporada artística en la capital. A la espera de que las grandes pinacotecas madrileñas estrenen sus anunciadas muestras, Lee Friedlander y Danny Lyon protagonizan el inicio de este otoño cultural.

Ambos vivos, ambos en activo, ambos estadounidenses, ambos inclinados sobre el blanco y negro e interesados especialmente en reflejar (y cuestionar) el lado social de su país, difieren por completo en la forma de presentar sus impresiones y en el lenguaje empleado para ello.

Lee Friedlander nació en Aberdeen, el 14 de julio de 1934. A los 14 años comenzó a fotografiar el “paisaje social” de su ciudad natal y con ese sello ha definido su larga trayectoria artística. Tras estudiar en el Art Center School of Design de Los Ángeles, se establece en Nueva York, donde trabaja para distintas revistas como Esquire, Holiday o Sports Illustrated. Con tan sólo 30 años ya había expuesto en el MoMA -la colectiva The Photographer´s Eye (1964)- y definido los pilares de una obra inspirada en la cultura popular, las escenas cotidianas y las metáforas visuales.

La exposición dedicada a Friedlander que presenta Fundación Mapfre en la sala Recoletos de Madrid recorre de forma cronológica la extensísima obra del artista estadounidense. Se exhiben sus series más conocidas: American Monument o Little Screens; numerosos retratos y autorretratos, desnudos e imágenes familiares de los años 70 y 80. También se verán, por primera vez, algunas de las fotografías que tomó en España.

Danny Lyon (Brooklyn, 1942) busca desde sus inicios una historia que contar. A principios de los años 60, encuentra en Nueva York uno de los relatos más potentes del momento: el proyecto de demolición del Lower Manhattan en aras de la remodelación y modernización de una ciudad que se zambullía de lleno en las finanzas, la especulación y el urbanismo descontrolado.

“El fin de estos edificios fue un momento clave para mí. No importaba demasiado su relevancia arquitectónica. Lo que me importaba era que estaban a punto de ser destruidos. Manzanas enteras desaparecerían. Todo un barrio. Se estaba desahuciando a los escasos últimos inquilinos y nunca más se volvería a construir un lugar como este”, escribe el propio fotógrafo.

El Museo ICO acoge la exposición La destrucción del Bajo Manhattan. Reúne las imágenes captadas por Lyon durante la demolición del barrio neoyorkino. Se trata de 76 fotografías de gran belleza y valor documental tomadas en torno al Puente de Brooklyn, Washington Market y las calles William, Beekman y West. Todas ellas englobadas en el área de demolición: 24 hectáreas de edificios, construidos la mayoría en el siglo XIX, aunque alguno se remontaba a la Guerra de Secesión.