El seguro de salud refuerza su papel con la pandemia

El seguro de salud busca la fórmula para adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por la pandemia en un entorno que exige, cada vez más, de la colaboración público-privada.

Más de seis meses después de la declaración del Estado de alarma y de la imposición de un mando único sanitario, la sanidad pública y la privada continúan colaborando de forma estrecha para atajar la enfermedad causada por el virus Sars-COV-2. Un agente microscópico y desconocido que ha causado un daño sin precedentes a la generación que más tiempo ha vivido sin enfrentarse a grandes tragedias causadas por el hombre. En estos seis meses, la colaboración entre el Sistema Nacional de Salud y la sanidad privada ha sido clave para doblegar la famosa curva en la primera ola de la enfermedad. Y lo está siendo ahora, cuando nos enfrentamos en lo que ya parece ser la segunda ola de la pandemia.

La emergencia sanitaria mundial producida por el Covid-19 ha provocado una situación de crisis que ha llevado al límite al sistema, corriendo el riesgo en algunos momentos de colapsar y haciendo imprescindible el trabajo “sinérgico, conjunto y estratégico de las dos modalidades de provisión y aseguramiento en beneficio del paciente y siempre con el protagonismo de los profesionales sanitarios y la colaboración de toda la sociedad”, explica Fundación IDIS.

Desde el primer momento, la sanidad privada puso todos sus recursos a disposición de las autoridades “priorizando siempre el interés general y el bienestar de toda la población”. Pero no siempre ha sido un camino de rosas: “El debilitamiento del sector sociosanitario, la dependencia y la falta de colaboración directa con el sector privado son males que ya existían antes del Covid-19 en nuestro sistema sanitario y, que, con la pandemia, se han mostrado en su máxima expresión”, explicaba Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) durante la presentación del informe Sanidad Privada. Aportando Valor. Especial Covid-19.

Más colaboración

En la actualidad, cerca de 9 millones de españoles cuentan con un seguro privado de salud -sin tener en cuenta a los mutualistas- que contribuyen a la descarga y el ahorro del sistema público global, lo que implica un ahorro de al menos 564 euros por asegurado/año, que suponen un ahorro mínimo de 4.949 millones de euros para el sistema público.

“Solo con cooperación seremos capaces de vencer a este virus y solo así lograremos construir un futuro mejor y más saludable para todos”, insistía Abarca. Más colaboración es, precisamente, lo que pide la Alianza de la Sanidad Privada Española (Aspe), la patronal del sector que agrupa a más de 1.300 entidades sanitarias y representa a más del 80% de ellos centros hospitalarios privados. La entidad que preside Carlos Rus solicitó ya a principios de septiembre la creación “de un marco de colaboración público-privado claro y transparente en el que se precisen las condiciones y la forma de trabajo más eficaces de actuación sanitaria ante la segunda ola de Covid-19”.

Aspe reafirma su total colaboración tanto con el Ministerio de Sanidad como con los diferentes gobiernos autonómicos en la lucha contra la pandemia, e insiste en poner a su disposición todos sus medios para contribuir a la atención sanitaria de los afectados por la nueva enfermedad. “Siempre hemos estado en primera línea y dispuestos a colaborar con todos nuestros medios asistenciales y humanos. Esto no va a cambiar porque es nuestro deber -sin necesidad de un estado de alarma que obligue a ello-, de manera que seguiremos atendiendo a todo tipo de pacientes, tanto Covid como no Covid”, explica Carlos Rus, presidente de Aspe.

El presidente de Aspe insiste en pedir al Ministerio que lidera Salvador Illa “que articule un acuerdo claro de colaboración y coordinación que evite situaciones con graves consecuencias económicas. Como, por ejemplo: tener un hospital privado paralizado, con UCI y camas disponibles, y al tiempo se construyan instalaciones sanitarias provisionales, como hospitales de campaña, en zonas donde no se ha hecho uso de los recursos ya existentes”.

En este sentido, Carlos Rus llama a la responsabilidad: “Es responsabilidad de todos los que formamos parte del sistema sanitario, pero sobre todo de aquellos encargados de su gestión, el tomar las medidas necesarias para no cometer los mismos errores, de manera que es importante que exista una mejor coordinación y ayuda entre comunidades autónomas”.

Además, la sanidad privada también sufre la escasez de profesionales sanitarios. Un mal que afecta también al sector público. “Pedimos también que nos ayuden en el tema de la escasez de profesionales. Es importante que no se olviden de la sanidad privada en temas que se deciden ejecutar en la pública y que son igual de necesarios para nosotros”, señala.

El papel del seguro de salud en la pandemia

El Dr. Enrique de Porres, consejero delegado de Asisa, también considera necesario estrechar la colaboración para evitar el desperdicio de los recursos. “La pandemia ha puesto de manifiesto las limitaciones de todos los sistemas sanitarios del mundo y la necesidad de actuar de manera coordinada para movilizar todos los recursos disponibles y atender adecuadamente a los pacientes. En una situación de crisis sanitaria y económica no es razonable tener recursos ociosos. No somos un país tan rico como para permitírnoslo. Sólo pediría el nivel de interlocución necesario para poder ofrecer alternativas que ayuden a mejorar la situación, que las hay”.

El consejero delegado de Asisa recuerda que las compañías de seguros de salud “continuamos garantizando la asistencia a nuestros asegurados sin aplicar la cláusula de exclusión prevista para situaciones de riesgo imposibles de evaluar, como es el caso de las pandemias”. En la primera ola de la pandemia, el grupo Asisa atendió a más de 11.500 pacientes por Covid-19 y cubrió el ingreso hospitalario de casi 4.000 asegurados, tanto en su red propia como en la concertada. “Además, mantenemos la cobertura asistencial ordinaria garantizando la atención a nuestros asegurados sin listas de espera, lo que ayuda a descongestionar la situación del sistema sanitario público”, añade el Dr. Enrique de Porres.

Por su parte, Miguel García, director de comunicación y negocio responsable de DKV Seguros, asegura que “No sólo hemos atendido al 20% más o menos de los pacientes Covid, sino que hemos ahorrado costes al sistema público a través de los seguros de salud. También, contribuimos generando confianza y seguridad, descargando el sistema público a través de las coberturas privadas, cuya demanda ha aumentado sensiblemente en la segunda mitad del año. Hemos evitado miles de visitas a hospitales y, por tanto, contagios, ofreciendo servicios de telemedicina, en nuestro caso de forma gratuita y a cualquier persona, fuese asegurado o no”.

El futuro de la atención sanitaria

La digitalización y el uso masivo de la telemedicina en estos últimos seis meses puede darnos una pista de cómo está transformando la pandemia a la atención sanitaria, ya sea pública o privada. Para Miguel García, “ha sido una oportunidad para poner en valor la telemedicina y la salud digital, que ha sido utilizada por millones de personas durante la pandemia”. Y es algo que no tiene marcha atrás: “Los ciudadanos han perdido miedo a la digitalización de la salud y aquí la sanidad privada lleva el liderazgo y va por delante”.

Una percepción que comparte el consejero delegado de Asisa. “Estos meses se han acelerado, por necesidad, algunas transformaciones soportadas por el avance de las TIC y de los procesos de digitalización de la actividad sanitaria que, sin la pandemia, se habrían demorado más. Entre ellas, la capacidad de respuesta asistencial no presencial soportada por los sistemas de telemedicina y videoconsulta y la conectividad sobre smartphones, que ha permitido una gestión más ágil de la relación entre los usuarios de los servicios y el dispositivo asistencial, algo que ya está incorporado al quehacer ordinario del sector sanitario privado”.

El presidente de Aspe destaca que “hemos demostrado también, otra vez más a lo largo de los años, que somos el aliado rápido, eficiente, flexible y fiable del Sistema Nacional de Salud, por lo que cabe decir que nos hemos convertido en su reserva estratégica y fundamental en la viabilidad futura de nuestro sistema sanitario.

Evitar el colapso

En estos momentos, los hospitales españoles se enfrentan de nuevo a una gran presión asistencial y muchos de ellos luchan para evitar la saturación y el colapso. “Estamos incrementando las plantillas y el aprovisionamiento de recursos diferenciando circuitos sin dejar de realizar nuestra actividad normal. Además, estamos a disposición y en constante comunicación con las autoridades sanitarias para poder ejecutar esa coordinación tan necesaria en estos momentos”, destaca el presidente de la patronal de la sanidad privada en España.

El seguro de salud

Desde la declaración de la pandemia, la demanda de seguros de salud ha crecido en el mercado español y no solo de particulares. En la correduría de seguros RibéSalat han detectado un incremento en la contratación de seguros colectivos de salud desde el estallido de la actual crisis sanitaria.

“Ha cambiado nuestra manera de valorar la importancia de preservar la salud. Hasta la fecha, muchos ciudadanos no se planteaban contratar este tipo de seguro. Ahora, el respeto que produce ir a los hospitales o centros médicos por temor al contagio ha hecho incrementar el interés y la demanda de contar con un seguro médico privado”, explica Alberto Díez de Celis, director de Previsión Social de RibéSalat.

El Covid-19 ha supuesto un impulso definitivo para este tipo de seguros, “sobre todo para aquellos que cuentan con coberturas específicas de este virus, como la posibilidad de realizar una prueba PCR o serológica, la inclusión de coberturas asistenciales al domicilio o la baja por enfermedad”, explica. Los seguros de salud han tenido que adaptarse a esta nueva situación y a las necesidades de los clientes, concluye.