Coberturas imprescindibles para cuidar la salud de las mascotas

Demandamos de nuestras mascotas cariño y compañía, pero... ¿qué podemos y debemos aportarles a ellas? Puede resultar un acierto la contratación de un seguro para animales que sea capaz, por encima de todo, de brindar atención veterinaria y contribuir a su bienestar.

Seguro que más de uno se ha sentido acompañado, protegido o cuidado (o todo a la vez) por su animal de compañía, en un año en el que a buen seguro habremos pasado más tiempo de lo habitual junto a nuestras mascotas y en el que posiblemente hayamos valorado, si anteriormente no lo habíamos hecho, lo mucho que nos pueden aportar. Por no hablar de que a alguno le habrá venido de perlas para escapar de casa un rato cada día durante los meses en los que la pandemia golpeó con más fuerza en España y llevar con más positividad y ánimo el confinamiento.

Pero claro, en nuestro deber no está solo el beneficiarnos, sino también el cuidar y proteger a los compañeros de piso que hayamos decidido tener. Con este fin resulta muy recomendable la contratación de un seguro para mascotas que nos ahorre costes, tiempo y preocupaciones y se haga cargo de la atención a los animales con los que compartimos casa y vida. Pero, ¿de qué manera les cubre un producto del ramo? ¿Cuáles son las coberturas imprescindibles para su salud?

Principalmente, un seguro para mascotas debe encargarse de que estas obtengan el cuidado necesario, ofreciendo por encima de otras garantías una completa asistencia veterinaria en la que se incluyan las consultas médicas, las revisiones rutinarias, las pruebas diagnósticas y la atención de urgencia (esta última sin límites horarios) por enfermedad o accidente, así como las visitas a determinados especialistas e incluso las intervenciones quirúrgicas, los gastos de hospitalización y los de asistencia a domicilio.

Otro de los apartados que debería cubrir un seguro de este tipo es el de la vacunación, haciéndose cargo del coste de vacunas obligatorias (como la de la rabia en el caso de muchos animales). Y, por supuesto, disponer de un eficiente servicio de atención telefónica que nos sirva para resolver las dudas que tengamos con respecto al cuidado y la salud de nuestra mascota.

Los productos más completos (y caros) podrían incluir muchos servicios más, como la cobertura de medicinas recetadas, que se haría cargo de los costes farmacéuticos; cirugías preventivas como la esterilización; o ayudas en pagos por cuidado dental, dieta recetada u otro tipo de exámenes médicos que tuviera que realizarse al animal. Un seguro amplio también podría hacerse cargo del desembolso económico por otro tipo de servicios de higiene, como la limpieza de nuestro animal de compañía, o de carácter estético, como la peluquería.

Por el contrario hay ciertos gastos que difícilmente nos cubrirá nuestra póliza de seguros para mascotas. Algunas de las exclusiones más habituales tienen que ver con condiciones preexistentes, la compra de alimentos y vitaminas, los costes relacionados con el embarazo o la cría y los tratamientos del comportamiento.