Prepare a su mascota para el invierno

Si nosotros nos protegemos contra el frío, deberíamos pensar también en proteger a nuestros animales de compañía. Aportamos unas cuantas pautas para ayudar a su mejor amigo a soportar mejor el invierno y las bajas temperaturas

Empieza a arreciar el frío. Comienzan los días cortos, las noches largas, el viento fuerte, la lluvia y, en algunos lugares, hasta la nieve. Es de suponer que tomaremos las medidas adecuadas para protegernos del mal tiempo y estar lo mejor posible, ¿verdad? Pues lo mismo debemos hacer con nuestro compañero de piso en caso de que tengamos algún animal de compañía. Perros, gatos y demás fauna doméstica también sufren con el frío y es nuestra obligación ayudarles a combatirlo. ¿De qué manera? Les ofrecemos algunos consejos básicos.

En primer lugar, hay que tener muy claras las características particulares del animal, informándonos a través de expertos de su resistencia al frío, pues cada uno es un mundo y unas razas están más preparadas que otras para soportar las bajas temperaturas. Ello nos pondrá en la pista de hasta qué punto es necesario o no su cuidado y atención en ese sentido.

De cualquier manera, en la mayoría de los casos en invierno es recomendable realizar cepillados regulares al animal -bien sea un perro o un gato, las mascotas más comunes- ya que su pelaje actúa como un termorregulador y por ello debe realizar su función perfectamente. Cepillándoles ayudamos a distribuir su grasa y a mejorar la circulación.

La hora del baño

En cuanto al baño, los expertos recomiendan limitar los lavados de las mascotas durante la temporada fría, pues lavarles demasiado puede secar y debilitar la piel. Y cuidar luego de realizar un buen secado, pues de no ser así, seguramente pondremos en peligro su salud, especialmente si después lo sacamos a la calle. A los felinos ya se sabe: hay que dejarles a su aire que ya son capaces de lavarse perfectamente solos. Pero, ante cualquier duda acerca de la higiene y cuidados concretos de su felino, no dude en consultar con su veterinario, ya que cada raza requiere de unos cuidados específicos.

La longitud del pelaje es otro aspecto esencial, por lo que deberemos consultar a un veterinario -o a un peluquero- cuál es la adecuada para su raza de cara a contribuir a que el pelo le proteja y aísle del frío. Obviamente, por sentido común, olvídense de rasurar al animal si no quieren condenarle a una hipotermia.

Entrar en calor

En cuanto al abrigo, depende también mucho de la raza de la mascota... y, por supuesto, de donde residamos. Si residimos en un lugar frío puede que le venga bien en ocasiones salir a la calle con un abrigo, un impermeable... e incluso con botines en las patas en casos de hielo y nieve. Pero, por favor, seamos prácticos y sensatos: no les abriguemos por moda, solo por necesidad.

Tanto el ejercicio habitual -no olvidemos jugar con ellos- como la alimentación son fundamentales para que el animal genere energía y active su circulación, lo que ayudará a nuestra mascota a entrar en calor. En invierno las necesidades calóricas suelen ser mayores no sólo en los humanos, sino en otras razas de animales, como perros y gatos; así que deben comer algo más... Pero cuidado con sobrealimentarles.