La informática forense se dispara ante el alza de la ciberdelincuencia

El auge de los delitos informáticos ha disparado la demanda de peritos informáticos en los últimos años. ¿Qué hacen exactamente estos profesionales?

La mayor parte de nuestra vida cotidiana transcurre en la red. Trabajo, comunicación y entretenimiento han encontrado en el ámbito tecnológico un impulso y la capacidad de llegar cada vez a más personas. Pero la digitalización también ha multiplicado los ámbitos en los que los delincuentes actúan, poniendo en riesgo a hogares y empresas.

El aumento del teletrabajo y del uso de Internet para estar más cerca de familiares y amigos como consecuencia de las medidas de alejamiento físico impuestas por la pandemia de coronavirus han disparado las vulnerabilidades digitales de profesionales y particulares. La mejor defensa siempre es la prevención, pero cuando el daño ya está hecho, ¿a quién podemos recurrir?

La labor de los peritos informáticos

Cuando se sufre un ataque informático de cualquier tipo es preciso recabar la información necesaria para determinar el daño sufrido y sus consecuencias, tratar de llegar al origen y descubrir al responsable. Esa es la labor de los peritos informáticos. En los últimos años, a medida que se dispara el uso de los dispositivos conectados, aumenta de forma exponencial la demanda de los servicios de los peritos informáticos.

Y estos profesionales tendrán más trabajo en el futuro, ya que la automatización de procesos y el auge de Internet de las cosas aplicado a vehículos, hogares y otros ámbitos, requerirá de su pericia para ayudar a la Justicia y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a perseguir a los ciberdelincuentes.

La delincuencia se adapta a las nuevas costumbres sociales y las evidencias y pruebas pasan al mundo virtual: conversaciones de chat, correos electrónicos, grabaciones de cámaras de seguridad o dispositivos móviles, verificar si un proyecto de software se ajusta a las condiciones pactadas en el contrato... Todo ello debe ser verificado por un especialista para que puedan ser verificadas como pruebas y poder usarse en un juicio. Aquí es donde entran en juego el perito informático y la informática forense.

El perito informático es un profesional formado en informática forense con la suficiente capacidad analítica y técnica y con conocimientos jurídicos, que tiene atribuciones especiales en el entorno de un procedimiento judicial. Como cualquier profesional de la pericia, el perito informático se convierte en los ojos del juez en ámbitos en los que no es experto. Su dictamen puede determinar la sentencia que dicte el magistrado en el proceso.

“El informático forense es un especialista que aplica sus conocimientos para, partiendo de una situación en la que se ha producido cualquier tipo de circunstancia adversa en que la tecnología juega un papel relevante, hace el camino inverso hasta llegar al origen de esta”, explica José Antonio Antón, CEO de ALTF8.

Servicios para empresas y particulares

Los peritos informáticos y la informática forense no están pensados únicamente para empresas y profesionales. Los hogares también pueden necesitar de sus servicios especializados. “En el ámbito privado, es frecuente que se soliciten servicios de certificación de comunicaciones electrónicas. Actualmente, nuestro día a día está lleno de este tipo de elementos: conversaciones por WhatsApp, emails, publicaciones en redes sociales... En un escenario de conflicto entre particulares es frecuente que se necesite aportar alguno de aquellos, siendo preceptiva la certificación por parte de un profesional”, explica Antón.

El CEO de ALTF8 añade que, en los últimos tiempos, la proliferación de la ciberdelincuencia ha sido exponencial. “Esto ha generado toda una ola de demanda de servicios relacionados con las estafas y los robos a través de medios informáticos y electrónicos. Últimamente, he sido testigo de diversas operaciones en las que un delincuente se hace pasar por un proveedor con el que la víctima está inmersa en una operación de adquisición de una cierta importancia: coches, casas, etc. En el momento de efectuar el pago o la provisión de fondos, el delincuente envía un mail usurpando la identidad del proveedor real y engaña a la víctima para que envíe el dinero a una cuenta distinta”, advierte José Antonio Antón.

El informático forense en la empresa

En el mundo empresarial, el informático forense interviene en multitud de escenarios diferentes. Al igual que en el caso de la atención a particulares, la certificación de comunicaciones electrónicas es un servicio muy demandado, explica el CEO de ALTF8.

“También abundan los casos en los que se requiere al profesional para que investigue un caso de espionaje industrial o un intento de estafa. Entre los más frecuentes, últimamente ha aumentado muchísimo la existencia de casos con el método de fraude del CEO. En dicho tipo de estafa, el delincuente se hace pasar por el CEO de la compañía en un mensaje de correo electrónico en el que insta al director financiero a efectuar una importante transferencia de dinero a un tercero, en un brevísimo plazo de tiempo, con la excusa de una supuesta y falsa operación de adquisición o similar”, explica Antón.