Todo lo que no cambiará después de la pandemia

A pesar de que estamos aún sumidos en la incertidumbre por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y por la crisis económica que se avecina. Hay cosas que se mantendrán estables a medio y largo plazo. A pesar de los cambios que necesariamente se impondrán en nuestro día a día. A pesar de la distancia social y el uso de mascarillas en lugares públicos, el sector asegurador mantendrá su actividad y su esencia, aunque haya tenido que afrontar su transformación digital completa casi de forma abrupta.

Como casi todos los sectores de actividad. De la noche a la mañana el seguro ha sido capaz de trasladar sus oficinas a las viviendas de sus empleados -incluso los centros de atención al cliente a través de call centers- y han podido mantener la atención de los siniestros urgentes en prácticamente todos los ramos. Si todo el sector asegurador ha trabajado para que la crisis tuviera el menos impacto posible en sus asegurados, empleados y colaboradores, también ha trabajado sin descanso para ofrecer un servicio completo en ramos tan afectados por el Covid-19 como la atención sanitaria y decesos.

Las compañías de estos ramos han reforzado sus servicios, ampliado personal y ayudado a que los afectados estuvieran bien atendidos y acompañados, en la medida de lo posible. Dicen los expertos en estrategia que la sociedad que surja de esta crisis será diferente, especialmente en lo que a geopolítica se refiere: más proteccionismo, más tensiones internacionales, control de fronteras, malestar que se convertiría en caldo de cultivo para los populismos... Esa es la versión pesimista. La optimista asegura que la sociedad verá reforzados valores de colaboración, de trabajo en equipo, de solidaridad.

Y la tecnología tendrá un papel fundamental en esta nueva etapa que se abre ante nuestra mirada. Un reciente estudio de la consultora Global Data afirma que la inteligencia artificial será crucial para el sector asegurador una vez superada la pandemia. Esta innovación junto al análisis de datos, el internet de las cosas y demás tecnologías transformarán los modelos de negocio del seguro para adaptarlos a las necesidades de inmediatez y eficiencia que demandan los asegurados.

Estamos ante una etapa apasionante de la historia, quizá se trate de los años más complejos a los que se ha enfrentado la humanidad en un siglo. Pero algo se mantendrá constante, a pesar de todo. Y eso es el papel de protección y la red de seguridad que ofrece el sector asegurador para el desarrollo de cualquier actividad. Económica o social. Incluso esas nuevas profesiones y actividades que aún no se han inventado. Y hasta que ese nuevo iempo llegue, le invitamos a descubrir nuevos e interesantes contenidos en la edición de mayo de elEconomistaSeguros que tiene entre manos.