Jugar a ser dios

Esta vez, le propongo un juego. Anímese. Le prometo que no tiene que usar la pantalla. Es hora de descansar la vista, relajarse y entretenerse pensando

Le voy a invitar a jugar a los dados. Si es habilidoso y quiere realmente hacerlos, bastará con imprimir el esquema básico de un cubo. Si no, dibújelos, que le hará mejor a su cabeza. Haga cinco dados -al final le doy una alternativa menos artesanal o DIY-. Coja un papel y escriba seis amenazas del hoy en el terreno laboral, profesional y personal. Continúe con seis fortalezas, media docena de debilidades y otro tanto de oportunidades. ¿A que le suena de los DAFO? Es así. Pero esta vez no hablamos de su empresa, hablamos de usted.

Y, ahora, la quinta lista es para seis cosas que desea. Esos sueños que mueven el alma, que no tienen por qué ser laborales y, sin embargo, le hacen bien a usted.

Escriba un concepto por lado del dado. Por supuesto, cada cubo reunirá las seis ideas relacionadas. Es decir, el dado de las amenazas, el de las fortalezas, el del espíritu, etc. Así con todos.

Ahora, juegue a ser dios, a cambiar la realidad a su antojo, casi al azar. Vaya con sus cubos al baño, si hay demasiada gente en casa, o espere a que todos estén dormidos.

De azar, nada

Agite los dados y arrójelos. Haga que el dado del bien de espíritu siempre mande y que todo gire a su alrededor. Luego, piense cómo puede unir esos conceptos. No se limite a lo que tiene o las imposibilidades de hoy. Ellas ya le rigen la vida. Vaya más allá. Juegue.

Anote sus ideas en un papelito y fuerce las ideas para que encajen y tengan sentido, aunque sean, en principio, ficticias.

¿Cómo podría hacer para que esa amenaza se neutralizara con esa fortaleza y diera como resultado eso que le hace bien al alma? ¿Es posible? ¡Aquí todo es posible!

Escriba, descubra y tenga hallazgos. Vaya al encuentro de lo inesperado, ríase de sus ocurrencias, abra el juego, permítase pensar escenarios diferentes, soluciones distintas y renovadas.

Enfréntese a lo nuevo, es posible que ninguna idea sea óptima al principio. Trabájela.

¿Que tendría que intervenir un extraterrestre? ¡Bienvenido E.T. a esta dinámica! No se limite. Proyecte, sorpréndase y aprenda. Sea feliz jugando con opciones y alternativas. Permítase ser audaz en los resultados. Ríase de ese Ferrari que podría cambiarle la vida.

Con que descubra algo nuevo, una cosa, por mínima que sea, habrá cambiado su día y, con suerte, algo en su vida.

Y, como siempre le digo, si le duele la vida, hay profesionales dispuestos a ayudarlo.

-¡Ah! Le debía la alternativa menos artesanal: haga papelitos. Si tiene de diferentes colores o texturas, mejor. Así distingue muy bien cada uno de los temas-.