Closca Mask, diseñada para respirar

Prácticas y de diseño. Closca lanza sus mascarillas reutilizables y seguras frente al coronavirus con un modelo de venta solidario y a la espera de recibir la certificación que las homologa FFP2

Hace siete años, un joven ingeniero valenciano se lanzó al mundo del diseño y la innovación urbana decidido a transformar las prioridades y la estética del modelo productivo. Era el año 2013 cuando Carlos Ferrando, bajo el lema Inspire Change, fundó la firma Closca -término valenciano que significa casco, pero también caparazón o cráneo-. La idea inicial era diseñar cascos deportivos y botellas de agua reutilizables con el fin de construir un futuro sostenible.

Con el firme propósito de “inspirar un cambio social a través de un diseño con belleza, honestidad, responsabilidad y consciencia”, fue escalando posiciones en el mercado internacional. Sus dos primeros diseños -Closca helmet y Closca bottle- se convirtieron en dos iconos para dos problemas actuales: la polución derivada de la movilidad urbana y el exceso de consumo de plástico. Hoy, ambos productos se pueden encontrar en templos del diseño como el MoMA, el Guggenheim de Nueva York, el Pompidou de París o el Victoria & Albert en Londres.

Ante el preocupante aumento de la contaminación en ciudades como Nueva Delhi o Pekín, Nueva York, Madrid o Londres, Closca comenzó a diseñar un nuevo producto -Closca Mask- para protegerse del humo, los microorganismos y el polen. En pleno proceso llegó el Covid-19 y la innovadora mascarilla reutilizable de la firma valenciana se convierte en un inesperado símbolo de la pandemia.

“Ojalá no tuviera que existir una máscara de diseño para poder salir a la calle”, afirma Ferrando. Pero hoy, volver a respirar tranquilos es una prioridad. Así que en Closca se han puesto las pilas, fabricando a destajo sus nuevas máscaras que, además de prácticas y bonitas, incorporan seis filtros anticoronavirus homologados. Closca Mask es plegable, se puede lavar y se adapta a las diferentes tallas gracias a su cierre de velcro. Está disponible -en preventa www.closca.com- en tres colores, blanco, gris y negro; cada uno con cinco variantes.

Sin ánimo de lucro

El beneficio generado se convertirá en la donación de mascarillas sanitarias a la población de riesgo -más de 10.000 mascarillas, empezando con el personal del hospital de Alzira y colectivos vulnerables-. Extenderán la acción solidaria a hospitales y grupos de riesgo en otros países.

Pese a que la máscara se ensambla utilizando los criterios especificados en la norma EN 149: 2001 + A1: 2009 para obtener una protección FFP2, el producto aún no está considerado como tal por el Reglamento Europeo. Actualmente se encuentra en proceso de obtener la certificación y aún no debe usarse en lugares donde la legislación exija FFP2.