¿Afecta el Covid-19 a las mascotas?

El coronavirus nos deja cientos de preguntas de las que poco a poco vamos conociendo las respuestas. Una de ellas se refiere a su efecto y propagación
en los animales, su posible contagio por parte de los humanos y viceversa

El maldito virus de cuyo nombre nos queremos olvidar ha cogido al planeta entero en pañales, obligado a encontrar respuestas para las numerosas preguntas que genera un enemigo tan desconocido y poderoso. Se le investiga en una carrera contrarreloj, mientras los ciudadanos nos exponemos no sólo al riesgo sanitario y a una difícil situación económica, sino también a un bombardeo constante de informaciones -y desinformaciones- que en muchas ocasiones nos confunden en lugar de ayudarnos.

Intentaremos arrojar algo de luz sobre un aspecto que preocupará esencialmente a quienes vivan con un animal de compañía y que sugiere numerosas cuestiones. ¿Pueden contagiarse de Covid-19? ¿Pueden contagiar a los humanos? ¿Deberíamos tomar alguna medida de precaución?

La realidad no es 100% tranquilizadora, pero casi. Resulta extremadamente complicada, aunque no imposible, la transmisión del virus de humanos a animales y viceversa. Es cierto que el coronavirus se reproduce más rápido en algunas especies, como los gatos y los hurones, pero de igual manera las posibilidades de que ello suceda son muy escasas.

Así que, dueños de mascotas, no se preocupen y no caigan en el alarmismo: no hace falta llevarles al veterinario, no es necesario ponerles ninguna mascarilla adaptada -lo que podría generar un elevado estrés al animal-, no se precisa realizarles ningún test ni cambiar su rutina diaria.

Eso no significa que no sea recomendable tomar ciertos hábitos de precaución con el fin de prevenir un riesgo que, aunque muy bajo, existe tanto para los humanos como para ellos. Por ejemplo, llevar a cabo ciertas medidas de higiene después de tocar a nuestras mascotas, como lavarse bien las manos o no frotarse los ojos o la nariz, amén de desinfectar correctamente materiales como correas, collares, comederos o juguetes de uso habitual de nuestra mascota.

Así será casi imposible que el animal contraiga la enfermedad. Pero... ¿y si hemos contraído nosotros el Covid-19? Lo mejor sería, si está en nuestra mano, dejar al perro o al gato al cuidado de una persona sana, sin dejarle ningún material adicional ya que podría estar también infectado. En el caso de que nuestra mascota se quede en casa, deberemos evitar el contacto cercano, llevar puesta la mascarilla en presencia del animal y lavarnos con mucha frecuencia las manos. Es raro que suceda, pero toda precaución es poca para cuidar a nuestro compañero de piso; sin pasarnos, pues debemos manejarnos con cautela y responsabilidad, pero nunca con miedo.