Coger o no el tren. Esa es la cuestión

Toda una vida esperando ese famoso tren cargado de las oportunidades que buscamos y cuando llega, se va sin nosotros, que estábamos perdiendo el tiempo, a sabiendas de que se iba, para nunca más volver

Y si cojo el tren? La respuesta es tan clara, que da miedo. Sabemos lo que queremos. Lo vemos, es tangible, pero enseguida el temor a decidirnos hace que busquemos algo más.

No nos asumimos tal cual somos. Solo nos permitimos admitirnos del tamaño que nos deje el miedo.

A lo Penélope. Tejiendo expectativas durante el día y cuando, por fin, tenemos que tomar la decisión de coger ‘EL’ tren, destejemos. Decimos que esta no es la mejor oportunidad, que seguro habrá otra más grande, otra más potente, más apasionada, con más repercusión. Y si bien no tenemos por qué coger todo los que nos llega (que muchas veces se torna en distracción de los objetivos), lo sabemos. Vemos las señales de que algo es bueno, pero no lo hacemos. Miedo.

Yo, que soy tan poco del positivismo absurdo, me topé con una frase que cada tanto me abofetea internamente: “Do you want it or do you really want it?” (¿Lo quieres o realmente lo quieres?). Complicadamente sencilla. ¿Estoy realmente dispuesta a hacerlo o me regodearé en lo que nunca haré que suceda? Y, ahí, bajo a tierra. Porque la intención crea la oportunidad, pero los huevos (ovarios, en mi caso), deciden.

Mi tren fue una pregunta: “¿Por qué no escribes un libro?” Tardé en decidirme. Me hago muy bien la tonta con lo que dice mi voz interna.

¿Qué hago?, me torturaba. Porque la oportunidad tiene fecha de caducidad. Pero el miedo, ese miedo interno, arraigado y profundo siempre se queda. Es perenne.

Tal vez lo más difícil del libro fui yo. No mis conocimientos. No mi experiencia volcada en palabras. Yo. El libro habla de marcas, productos y empresas. Pero, sobre todo, de coherencia y de cómo traducirla en palabras. De encontrar la sintonía absoluta entre lo que se dice y se hace. Entre el ser y el hacer. De cómo las cosas nos deben encajar en la cabeza para que nadie se pierda lo que queremos decir. Para que podamos vender, llegar a más, conseguir más. Y de hacer. Porque de nada vale tener la intención si no se pasa a la acción.

Miles de forma de no decir que he escrito un libro. Pero solo una de hacerlo: he escrito el libro y se llama Storytelling y Copywriting. Cómo contar la historia de tu empresa y está publicado por Editorial Anaya.

Mil maneras de no asumir que puede ir bien. Que puede que usted lo encuentre interesante.

Ayer leí: “No dejes que tus dudas sobre ti mismo se conviertan en un autosabotaje”. Y respiré. Fue como la mueca sincera de “lo vas a hacer bien”.

Lo voy asumiendo. Escribí un libro. Lo espero en la estación (librería).